sábado, diciembre 23, 2006

LA MUERTE DE NIYAZOV, PERPETUO DICTADOR TURCOMANO




Alguno de los tantos parroquianos que visitan este sitio, recordarán que hace unos años hiciemos un comentario en un programa de radio que hacíamos y que todavía vive en nuestros malvados corazones.
Para quienes lo recurden, este es mi humilde homenaje. Para quienes no, disfrútenlo.
Salud y queden re locos en la fiestas: merca, faso, ácido, champú, sidra, vino, birra, Fresita, New Age, todo lo Fizz, pasta, ropy, agua mineral, gatoreit, penicilina, lo que quieran...todo vale.
A no quejarse al día siguiente, eh.
CHAU NIYAZOV
ASHJABAD.- El extravagante dictador de la ex república soviética de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, murió ayer, tras un gobierno de 21 años en los que creó un imponente culto a su personalidad y combatió con crueldad a los opositores.

La muerte de Niyazov dejó un vacío de poder en un país estratégico por sus enormes reservas de gas y su cercanía con Irán y Afganistán, por lo que se teme una desestabilización de esta volátil región de especial interés para Rusia, Europa, China y Estados Unidos.

Durante su larga estadía en el poder, Niyazov, que se hizo llamar el "padre de todos los turcomanos", prohibió el uso de la barba y del pelo largo entre los jóvenes, ordenó la construcción de cientos de estatuas en su honor y anunció, en 2004, la construcción de un palacio de hielo en las afueras de la capital, Ashjabad, una de las zonas más desérticas y calurosas del planeta.

El culto a su personalidad, sólo comparable con el de su par norcoreano Kim-Jong Il, desborda los límites de lo imaginable: entre los retratos y estatuas que se encuentran a cada paso en Turkmenistán se destaca una escultura giratoria enchapada en oro de cinco metros de altura que gira para estar siempre orientada hacia el sol.

Las decisiones de Niyazov abarcaban todos los aspectos de la vida de los ciudadanos de Turkmenistán.

Impuso a los extranjeros el pago de una tasa para casarse con mujeres del país y, en abril de 2001, prohibió el teatro, la ópera y el ballet y cerró las salas de conciertos y el circo de Ashjabad por considerar que esas actividades artísticas son "ajenas" al espíritu nacional turcomano.

Al año siguiente cambió los nombres de los meses del año y de los días de la semana. Enero pasó a llamarse Turkmenbashí , es decir, "padre de todos los turcomanos", como él se hacía llamar, y abril, Gurbansoltam edzhe , que es el nombre de su madre, a quien también se le erigió un monumento en Ashjabad.

Por ironía del destino, Niyazov murió un jueves, que según el calendario que él mismo impuso por decreto pasó a llamarse Sogap gün o "día bendito".

Entre otras medidas, Niyazov prohibió maquillarse a los presentadores de los cuatro canales de televisión, todos estatales, y ordenó a los dentistas del país que se abstuvieran de colocar coronas de oro a sus pacientes por ser "antiestéticas".

Libro en órbita

Aparte de presentarse como el mayor estadista de todos los tiempos, el fallecido dictador turcomano se consideraba también un poeta y un escritor. Su obra de referencia, titulada Rujnama (Libro del Alma), una suerte de guía político-espiritual, era de lectura obligatoria en todas las escuelas.

"Aquel que lea tres veces el Rujnama encontrará riqueza espiritual, se volverá más inteligente, reconocerá la existencia divina e irá directamente al paraíso", declaró en marzo pasado el difunto presidente.

Tan importante consideraba Niyazov su obra que un cohete ruso puso un ejemplar del libro en órbita alrededor de la Tierra en 2005.

Su última obra, Turkmenistán, mi felicidad , fue publicada en octubre, y según sus propias palabras trata sobre "el tema eterno del amor".

Siempre presente en el ámbito de la cultura, Niyazov prohibió el playback en los conciertos y en la televisión nacional, e incluso en las bodas, "para defender las tradiciones culturales, incluidas las musicales, de la nación turcomana contra la influencia negativa de los elementos extranjeros".

Entre otras excentricidades, Niyazov decretó la existencia de un nuevo ciclo vital, en el que la infancia termina a los 13 años, la adolescencia a los 25 y después de la edad adulta hay una fase "profética" (entre los 49 y los 61 años) y una fase "inspiradora" (entre 61 y 73 años), mientras que la vejez recién empieza a los 85.

El difunto tirano turcomano, que nació el 19 de febrero de 1940 en Ashjabad, se graduó en 1967 en Física y Matemáticas en el Instituto Politécnico de Leningrado, en Rusia, y en 1962 ingresó en el Partido Comunista de la Unión Soviética.

En 1985 fue designado jefe de la República Soviética de Turkmenia y luego, en 1990, en pleno proceso de desintegración de la Unión Soviética, fue elegido presidente de Turkmenistán con el 98,3% de los votos.

En 1999, Niyazov, que ya había sumado el cargo de primer ministro y era líder del único partido político turcomano legal -ya que durante su gestión acabó hasta con la más mínima disidencia de su país-, fue declarado "presidente vitalicio" por el Parlamento.

El funeral de Niyazov fue programado para el domingo próximo y el gobierno estableció el 26 del actual para decidir una fecha para las elecciones que designarán al nuevo presidente, porque Niyazov, que concentraba todos los cargos clave, no dejó un sucesor designado.

Hasta los nuevos comicios, que se estima serán en dos meses, el viceprimer ministro turcomano se desempeñará como jefe de Estado. Sin embargo, los analistas no descartan que se desate una lucha por el poder entre los altos dirigentes del país.

Ante el temor de que se produzcan desmanes, el ejército turcomano fue puesto en alerta poco después del anuncio de la muerte de Niyazov.

viernes, diciembre 15, 2006

DE BRAVUCONES Y AVESTRUCES


La muerte de Augusto Pinochet Ugarte deja otra marca indeleble en la castigada América Latina. Probablemente sea por la imposibilidad de verlo en su momento tras las rejas o, por lo menos, sometido a una justicia que lo castigue por los comprobados crímenes que cometió.
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En Chile se vivió, como no se podía ser de otra manera, de una forma muy particular. La prepoteada del nieto de la estirpe Pinochet ante una milicada que aplaudió emocionada, mientras la ministra de Defensa del gobierno de Bachelet era sometida a una sorda silbatina. Jóvenes pelados que saludaban al muerto con el brazo derecho tenso, bien hitleriano. Lujosas camionetas importadas, con sus ricos ocupantes que daban muestras de profunda congoja.
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Frente al Palacio de la Moneda el actual gobierno levantó una estatua del ex presidente Salvador Allende, donde se congregaron miles de personas que festejaron la muerte del dictador. Militantes de izquierda, agrupaciones de derechos humanos, estudiantes y gremialistas dijeron presentes en una jornada tan especial, y en definitiva, única. La seguridad en el centro de Santiago iba en aumento, a la espera de posibles choques entre ambas facciones, antagónicas e irreconciliables.
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Fue muy extraño ver por televisión estas dos Chiles enfrentadas, con tanto fervor. El recuerdo de los camiones hidrantes en los 80 se hizo presente una vez más, en medio de un archivo que resurgió con el correr de los acontecimientos. El último y emotivo discurso de Allende en la Moneda, los aviones rondando alrededor del edificio como buitres que circundaban a una presa moribunda, el estruendo de la metralla, los tanques apostados a la espera de la orden, el camarógrafo que se desplomaba de a poco ante la salva mortal de un soldado, la reunión con Videla, los restos del auto del general Prats, el agujero negro que quedó tras Letelier, los exiliados, las bolsas negras en el Estadio Nacional, el cuerpo sin dedos y sin lengua de Víctor Jara.
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Sería injusto cargarle a la oligarquía y al intervencionismo norteamericano (de notable papel, por cierto) todas las tintas del golpe del 11 de setiembre de 1973. Muchos sectores participaron y fogonearon del ataque a la democracia popular trasandina. Y se hacen cargo de eso.
La causa pinochetista fue la de salvar la “patria del enemigo marxista”, que a disgusto de muchos, se había impuesto por el mandato de las urnas. Y ver esas columnas de apoyo al putsch da, por lo menos, que pensar.
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Y nuestra dictadura se hizo presente en el recuerdo y en las comparaciones. Nuestro golpe cívico militar. Nuestra basura escondida bajo la alfombra. Nuestras enormes frases: “Los argentinos somos derechos y humanos”, “Yo, argentino”, “No te metás”, “Por algo será”, “Algo habrá hecho”, “Es un desaparecido, no está”, “Esto en la época de los militares no pasaba”, “No te robaban en la calle, podías vivir tranquilo”, “Hablan de la dictadura, esto y lo otro, y yo no me enteré de nada”, “El país era un quilombo”, “Hacía falta orden”.
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Si se muere Videla no ocurriría lo mismo que en Chile, pese a Cecilia Pando y sus secuaces. Pero, que se entienda, sería muy saludable para nuestra cultura política contemporánea desenmascararnos. Todos. Chile, mal que le pese a quien quiera, lo hizo y lo hace en la actualidad. Acá, probablemente por la entidad transatlántica que han tomado las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo junto al nobel Adolfo Pérez Esquivel, quedaría muy políticamente incorrecto tomar postura abierta por Videla y compañía. Pero estaría bueno que lo hagan.
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Políticos, jueces, sindicalistas, futbolistas, heladeros, escribanos y un larguísimo etcétera forman parte, entre los que están nuestros vecinos y algún pariente o amigo, como aquel taxista que alguna vez nos comentó, casi al pasar, su apoyo explícito a la Junta. Y muchos de ellos están entre nosotros, vivitos y coliando, sin hacerse cargo de la complicidad que tuvieron con uno de los gobiernos más represivos del continente. Claro, para eso hace falta coraje. Y ya lo explicó muy bien Andrés Rivera, quien puso en palabras de Rosas su propio pensamiento: “Quien gobierne contará con la incondicional cobardía del pueblo argentino”.
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Es de admirar la actitud del pueblo chileno en torno a la figura de Pinochet. Aunque sea una confrontación irracional y fraticida que no pareciera tener fin. Pero la expresión desbocada de esos miles de filo nazis frente a una muy golpeada y dividida izquierda, no hace más que mostrar una realidad política que puede resultar desagradable, pero al fin y al cabo, auténtica.
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Jorge Julio López sigue sin aparecer. Felipe Solá admite que la investigación y la pesquisa han sido “un fracaso”. ¿A cuánta gente que no sea militante de derechos humanos, de una agrupación de izquierda o lo que sea realmente le importa? ¿Cómo puede pasar casi desapercibido un hecho de tremenda magnitud? ¿Y si fue, como dicen algunas versiones, un secuestro orquestado por la mano de obra desocupada de las fuerza de (in) seguridad de los 70 para amedrentar a los testigos de causas por crímenes de lesa humanidad? ¿Por qué ninguna encuestadora ofrece la opinión de “la gente” sobre este tema? ¿Por temor a encontrar una verdad que puede resultar contundente, como el “nomeimportismo” político?
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No sabemos qué piensan los argentinos respecto a ese tema y a tantos otros de similar importancia, como por ejemplo los años de convertibilidad de Carlos Menem. De hecho, “nadie lo votó”. Si podemos afirmar que esconderse, como la gran masa acrítica que puebla estas tierras, tras una máscara por temor al qué dirán, es meter la cabeza en un pozo, como hace el avestruz.

jueves, diciembre 14, 2006

LAS VUELTAS DE LA VIDA




Esta historia de Antonio Vidal González es increíble. La nota de más abajo la escribí yo.
Antonio Vidal González, 24 años, misionero. Tres goles en su primer partido de titular con San Martín y contra el equipo del que es hincha...Allá en Candelaria, Misiones, cuando su mamá y sus once hermanos tenían otros desvelos -acaso vivir un poco mejor-, él sólo soñaba con jugar alguna vez con la camiseta de Boca.Allá en Posadas cuando su destino de futbolísta lo puso en la primera de Guaraní Antonio Franco, él cambió su ilusión por otra más posible: hacerle un gol a Boca.Acá en la Bombonera, cuando los rumores más gigantescos de la gente envolvían los cantos y los gritos, él se propuso alimentar sus afectos de la infancia con una gran actuación, porque "si uno no puede jugar en Boca, sería lindo jugar bien contra Boca, y si es en Buenos Aires, mejor".Antonio Vidal González (Vidal es segundo nombre, no apellido) supo desde el domingo 20 de noviembre de 1988 que el resultado entre sus sueños y realidades no pudo ser mejor. No jugó en Boca, es cierto, pero enfrentarlo en dos partidos y convertirle siete goles puede ser suficiente para -según él- "no dormir esta noche, ni mañna, y pensar únicamente en mi familia, gracias a Dios todos casados, y también en mi primer hijo, Sergio Grabriel, de un mes y veinte días".Nació el 22 de abril de 1964 en Candelaria, a 24 kliómetros de Posadas, y un día antes de cumplir 21 años (21-4-1985) conseguía cuatro de los seis goles con que Guaraní Antonio Franco le ganaba 6-0 al Boca de Di Stéfano, en un amistoso en Misiones. "Los tengo en un video, no los puedo olvidar, pero esto de hoy es la actuación más importante de mi vida".Hoy es el 6-1 glorioso de San Martín de Tucumán, sus tres goles a Navarro Montoya, su actuación consagartoria, su primer partido como titular y esta alegría "para mi familia, para Chabay y paratodo San Martín, que me recibió muy bien". Se inició en Bartolomé Mitre de Posadas, en 1984 pasó a San Martín de Tucumán donde ya lo dirigía Nélson Chabay, en 1985 fue a Guaraní Antonio Franco, en 1986 recaló en Estudiantes de la Plata y en el 87 volvió a Guaraní. "No creía lo que estaba pasando en la cancha, en la Bombonera y ante Boca, pero la verdad es que me tenía mucha fé. A las ocho de la mañana ya no podía dormir, pero no era de nervioso. Yo no sé qué decir, soy fanático de Boca y ahora el verdugo... Sólo pienso lo que debe ser mi pueblo, Candelaria, donde se ve Fútbol de Primera".Por donde andrá ahora este morochito misionero, niñez pobre, sueño de muchos, grito de gol en la Boca, explosión en su alma humilde de hincha y jugador.
Fuente: Revista El Gráfico, Hugo Suerte

Martes 5 de Diciembre de 2006
En Candelaria hay ediles que tienen miedo de ir a las sesiones
:: Según explicaron, "no es normal" la cantidad de empleados municipales que, en gran número, concurren cada martes al recinto del Concejo Deliberante
Posadas. La tranquilidad que se percibe en los alrededores de el edificio legislativo de Candelaria, es en realidad una apariencia.Más de una veintena de conocidos empleados municipales que responden al intendente Antonio Vidal González, pululan en las puertas y escalinatas del recinto. En la vieja capital provincial aseguran que la presencia de personal del municipio, tiene bastante poco de casual o de inocente.Norma Wilcke, concejala electa por el PJ, manifestó “que además del problema de salud que me impidió concurrir a la sesión de la semana pasada, no fui porque tenía miedo de que me pase algo, y más en el estado delicado en que me encuentro”.Esta llamativa situación, junto a algunos incidentes que se producieron semanas atrás con los ediles opositores y algunos periodistas locales, no contó con ninguna manifestación pública de repudio por parte del Ejecutivo de esa ciudad. Simplemente, y en corcondancia con la línea política del Carlos Rovira, se apeló una vez más al mutismo.Sin embargo, diversas fuentes indicaron que la presencia de los trabajadores en las cercanías del Palacio municipal se debe a una estratregia planificada directamente en el despacho de Antonio Vidal González.Incluso, trascendió que desde la Municipalidad se les obliga a firmar una planilla donde se comprometen a concurrir a las sesiones a “apoyar” al oficialismo, a cambio de conservar sus puestos de trabajo.En cambio, desde la oposición no coinciden en calificar a esa acción con la palabra “apoyo”. Creen que la comuna trata de intimidar a los ediles para que no avancen en las investigaciones contra la cuestionada gestión.Sucede que uno de los puntos más controvertidos de los tantos pedidos de informe que Vidal González debe responder, se refiere a la supuesta contratación irregular de personal. En ese sentido, existirían presiones contra los contratados ya que desde el municipio se les dice que “por culpa de los concejales, a ustedes los van a echar”.
“Vinieron por propia voluntad”
Vidal González, por su parte, le explicó a una publicación regional que los trabajadores fueron al Concejo “por propia voluntad” y que al no estar de acuerdo con lo argumentado por los ediles “vinieron a expresar su forma de pensar en defensa de mi persona”.“Pudo haber gritos normales, pero en todos lados pasa”, definió el ex futbolista.Los dichos de Vidal no se condicen con las versiones que se desprenden desde al oposición.En la misma publicación, Raquel Amiel, concejal renovadora disidente, detalló que cuando llegaron al cuerpo en una de las sesiones anteriores, “nos sorprendimos por la gran cantidad de empleados contratados, nos llamó la atención porque viendo la orden del día, no se justificaba la actitud, era el nombre de una calle y la lectura del acta anterior y nada más, no había ningún tema importante a tratar”. “No sé qué les dicen a los empleados. Están mal asesorados”, concluyó.
¿Cómo va todo?
El intendente de Candelaria, a su vez, aseguró que tanto la diputada ultrarrovirista Sandra Giménez, como desde la secretaría del jefe de Gabinete, Jorge Franco, se comunicaron con él “para saber cómo iba todo, y que yo ante cualquier novedad les avisaba”.Insólitamente, en la publicación, Vidal explicó que no es el Concejo quien debe controlar al muncipio, sino el Tribunal de Cuentas. “Ellos (el Concejo) no están para controlarnos o para saber si se gastó o en qué se gastó”.
Sin respuestas por el momento
El Concejo Deliberante de Candelaria sesionará hoy a partir de las 20, a la espera de que se conozcan oficialmente las respuestas del intendente Antonio Vidal González a los 14 pedidos de informes que confeccionaron los ediles.Otro de los puntos calientes que comenzarán a tratarse en el jornada, es la incipiente puja por el presupuesto para el año que viene.Con este panorama, se aguardan días agitados en la ex capital provincial.

ESTUDIANTES: ENTRE LOS MITOS Y LA MODERNIZACIÓN


Tras vivir 10 años en La Plata, donde estudié y me formé como persona, hice muchas amistades pinchas y triperas. Y si bien los primeros no son santos de mi devoción, probablemente por la herencia de un viejo que los odió y que me transmitió ese resentimiento, ilustrado con anécdotas contra San Lorenzo Mdp, por ejemplo.

Quien escribe se jacta de no consumir fútbol, un juego que adora. Hago una excepción por la, valga la reduncia, excepcional situación, y además por la cantidad de afectos que se mezclan en esta historia.
No se volverá a repetir, se los aseguro
Es para ellos. Salud

Estudiantes: entre los mitos y la modernización

Los mitos, las grandes gestas del pasado, los sacudones históricos, se sabe, provocan una indisoluble cohesión en cualquier grupo humano por más heterogéneo que sea, y por ende, refuerzan una identidad colectiva preexistente. Ese "respaldo" mancomuna, re-identifica. También suele decirse, a veces desde el lugar común, que sirve como elemento unificador cuando se amenaza la integridad y la composición de ese colectivo en situaciones muchas veces ingratas. Ese plus, esa fuerza, habla en general de la grandeza del grupo en cuestión. En el caso de Estudiantes, coronado como último campeón de un torneo tan vituperado (con razón, en la mayoría de las críticas de la que es objeto), "eso" se llama mística, palabra sobre utilizada por un periodismo deportivo cada vez más propenso al “barrabravismo” disimulado tras un monitor de PC.
Los Profesores en los 30, las patriadas en los 60 (locales, regionales y luego transatlánticas), el resurgimiento a principios de los 80´ con notables rendimientos futbolísticos, forman parte de un "prontuario" deportivo envidiable y de amplio reconocimiento fuera de las fronteras del Plata. Tal vez generadora de polémicas y de posturas falsamente antinómicas, como le ocurrió a aquel Defensor Sporting en Uruguay, acusado de "antifútbol" por la prensa mayoritaria. Claro, fue el encargado de romper a fines de los 70´ la hegemonía bipartidista de los grandes Peñarol y Nacional.
Luego de los Manera, los Bilardos, los Trama y los Gotardi, comenzó una meseta difícil de olvidar en la memoria de muchos hinchas. Derrotas, merodeos en la mitad de la tabla hacia abajo, jugadores de medio pelo hacia abajo, técnicos “históricos” (válvulas de escape y recurso de la demagogia dirigencial ante los reclamos del tablón), ausencia sin aviso de los escenarios internacionales que lo tuvieron de protagonista, tribunas muchas veces raleadas de una cancha vetusta e inéditos problemas económicos. El final, para muchos, fue previsible: el inexorable y cruel descenso que castigó injustamente a un plantel que arrastraba un promedio condenatorio.
Y allí resurgió la mística. Récord en recaudaciones, en puntos, en goles, en todo. Y volvió un día con la angustia en la garganta, porque su archirival estaba a un paso de una hazaña que no se concretaría jamás. Se peleó un campeonato, se cambiaron jugadores, y hasta se le arruinó la fiesta al primo en una última fecha de 1996, que era la humillación o la gloria. Fue la gloria nomás. Otra vez.
Los cimbronazos económicos que acarrearon el ascenso, sumado a malas administraciones, pusieron al club cerca del descenso una vez más, del cual salió casi de milagro por obra y gracia de terceros en discordia. No debemos olvidar otro ingrediente decisivo en esta historieta, una palabra que genera temor depende en boca de quién se diga. Es, simplemente, la “modernización”.
En conversaciones laberínticas con hinchas de Estudiantes lúcidos y jóvenes, las coincidencias eran rotundas sobre ese aspecto. El club padecía de una modorra y dejadez alarmante. El country abandonado, la sede se asimilaba a la de una institución del ascenso (salvo por las vitrinas), los tablones de 57 que se quebraban. Pero “algo” pasó.
Otra generación de dirigentes, desprejuiciados y decididos, fieles a su estirpe de hacer historia, no se anduvieron con chiquitas y metieron mano, como un cirujano que se juega la matrícula. Se elaboró una propuesta de nueva cancha, más coherente a la Historia y que le costó una pulseada que finalmente ganó frente al aparato político más grande del país y con el tuvo conflictos de larga data, como es el peronismo provincial. City Bell se transformó en un campus europeo, los goleadores siguieron siendo “for export”, la austeridad volvió a ser marca registrada, y desde luego, la vuelta de Bilardo, similar al regreso del exilio de de Juan Domingo Perón (no Verón), unificó a viejos y a los más chicos. El Narigón, si bien no hizo una gran campaña, logró movilizar esa “mistificación”. Miles de hinchas reventaron las canchas con flamantes carnets de socios, y el fantasma del descenso se alejó para aspirar a otras cosas. Y cuando se pelea por los porotos de verdad y se apela a la grandeza del ayer, como se explicó al principio, las gradas estallan de hinchas veteranos y de jóvenes acostumbrados a “pelear por nada”, en medio de la polarización tirana de “Riverboquismo”. En síntesis: se ordenó el club, se dio un salto de calidad necesario y fundamental y resurgieron los verdaderos mitos pinchas, como el tan gastado Ave Fénix.
Después vino Mostaza, Burruchaga, las luchas por lo realmente importante y el regreso al teatro internacional. Y qué decir de Verón (no de Perón) y su amor por la divisa, en medio de un tecnocapitalismo mafioso del cual el fútbol es presa y cómplice por parte de sus patas integrantes. Se ha escrito mucho sobre el tema. Y no es la intención de esta nota redundar los elogios a ese virtuoso, defenestrado por los fogoneos de un periodismo patético. Y la corajuda elección de Simeone. Y el retorno previo de Calderón. Y las eternas ganas de volver de Palermo. La simbiosis con Alayes. La abnegación económica que hizo el “Chino” Benítez, sin tener la certeza de participar en el equipo. El recuerdo de los Cascini, de los Bossio, del desaparecido Ruso, y de tantos otros ex.
Estudiantes hizo las cosas bien y obtuvo los merecidos frutos, en una vuelta de página trascendental. Por el amor a la camiseta de tipos como Verón, y por sobre todas las cosas, gracias una dirigencia coherente, sagaz, moderna y valiente. Y no pareciera que este sueño de muchos termine así nomás. Hay Estudiantes para rato en las primeras planas de lo más alto del deporte nacional. Salud, y por el bien del fútbol, que así sea.

jueves, noviembre 30, 2006

UN HÉROE ANÓNIMO





"Andrés Guacurarí (gua: hombre, cu: lengua, rarí: rápida; “Hombre de la palabra rápida”) conocido popularmente como Andresito, nació probablemente el 30 de noviembre de 1778 en San Borja, Brasil, o en Santo Tomé. Recibió una formación nada común para su época: hablaba y escribía correctamente el castellano, el portugués y su guaraní nativo; su buena caligrafía y redacción quedan demostradas en sus proclamas. Andresito había integrado la milicia Guaraní-misionera incorporada al ejército cuando Belgrano regresaba de su campaña al Paraguay y participó en el sitio de Montevideo bajo las órdenes de Rondeau; tras éste se produce el éxodo oriental (1811) que señala su entrada en la órbita del federalismo artiguista, bajo cuya bandera combatirá por igual a los portugueses que amenazaban frontera oriental argentina y al centralismo porteño.
En febrero de 1815 fue designado por Artigas Comandante general de Misiones, y desde ese cargo trató de establecer las instituciones, la economía y la soberanía de la jurisdicción. Su primera campaña estuvo dirigida a recuperar el departamento de Candelaria, por entonces en manos paraguayas. Organizó sus fuerzas desde Yapeyú, Corrientes, y el 14 de septiembre de 1815 concretó su objetivo. Frente a la amenazante política lusitana, realizó la primera campaña del río Uruguay (1816) para intentar la liberación de las misiones orientales en poder luso-brasileño desde 1801. Los portugueses replicaron este intento con la invasión y destrucción de las Misiones Occidentales, pero Andresito los venció con tropas guaraníes en la batalla de Apóstoles, allá por julio de 1817.
Guacurarí resistió en San Carlos, Corrientes, una nueva invasión portuguesa, pero fue derrotado. Por orden de Artigas, marchó sobre Corrientes para restablecer el gobierno federal en 1818. La guerra con Brasil cesó temporariamente, pero un nuevo intento por recuperar las Misiones Orientales (junio 1819) culminó son la prisión de Andresito. Fue llevado a las cárceles de Porto Alegre a pie, con cueros frescos atados por el cuello que se iban secando en el camino. Debió trabajar en obras públicas. Luego fue llevado a un pontón a Río de Janeiro con otros compañeros y luego a la isla Das Cobras.
El español Francisco de Borja Magariños gestionó y obtuvo su libertad, poniendo fin a su calvario en 1821.
El 3 de julio de 1821 Andrés Guacurarí arribó a Montevideo y a partir de esa fecha se pierden sus rastros. No se sabe si murió en Montevideo, si volvió a Misiones, si murió en el viaje o si fue envenenado en la prisión".

SALIVAZOS II



ESCENA II

Frente a mí hay un agujero profundo.
Un paso más y estoy perdido.
Perdido en serio.
Muerto. Dead. Kaputt.
Llámenlo como quieran.
Tomo carrera y salto.
Trastabillo al llegar.
Me incorporo a gatas
¡Ufff! Lo logré!!!
Creo que era el amor tratándome de arrastrar
al fondo.
Caigo.
Me estrello contra el suelo.
Demasiado tarde

ANGUSTIAS INVISIBLES

Los dinosaurios merodeaban por el jardín de su casa de verano.
Ella los miraba e intercambiaba jugosos diálogos filosóficos acerca de su desaparición del planeta.

ESTAMOS INVITADOS

Se lleva la taza a la boca
nerviosa.
La infusión se derrama por los márgenes
de porcelana.
Uno, dos, tres
sorbos.
La apoya en el plato inundado
de té verde.

RENNE LAVANNE

Hay una rana que me visita los miércoles por la tarde. Llega vestida de frac, galera y bastón. Bailotea burlona y se sienta desafiante a mi lado. Me increpa con su vozarrón para que le sirva un whisky.



 

miércoles, noviembre 08, 2006

SALIVAZOS


CARACOLES

Hay un caracol que garabatea espirales interminables en la arena. Construye su propio universo, complejo, arrogante y agónico.


ESCENA

Pateo hojas muertas buscando tu nombre
n colchón de teléfonos rotos me espera en la cocina
vomito mi guitarra y cuadro ante el General.

Relámpagos de vidrio acuden en mi ayuda
me siento un inválido…
Mañana me esforzaré un poco más.
Todo sea por el bien de la humanidad

lunes, noviembre 06, 2006

COSTUMBRES ARGENTINAS



Descubrimos cerca de 50 paraguayos, que por 150 mangos, estaban listos para votar. De hecho al otro día, sacamos una foto del Club Brown con la gente haciendo cola, subiendo a los micros, comiendo chorizos. "Venimos del otro lado del yío", rezaban algunos.
Pero la noche anterior, la bruma de los rumores cegaba al más pinatado. Llamados anónimos desde el interior, cuchicheos de redacción. El fotógrafo se calzó el bolso al hombro y encaró decidido a la puerta. Calor letal. No corría una pizca de aire.
L ya estaba asignado a cubrir la nota. Pregunté decidido si me dejaban prenderme. No hubo oposición. Los celulares relampagueaban en la oscuridad. S puso la camioneta al mango. El dato era preciso: a 40 km había paraguayos traídos para votar con documentos truchos.
La ruta era una boca de lobo, con camiones madereros que casi rozaban los espejitos de la puerta del conductor. Yo iba atrás, en la cúpula, a los saltos y tragando tierra como bestia.
A la entrada de un parque nos esperaba nuestro contacto. Eran tres autos. Nosotros, últimos. Una polvareda increíble nos obstruía completamente la visión. Al minuto teníamos la cana pisándonos los talones. Muy sospechosamente. Llegamos al final del camino donde había un ranchito de madera, con sus moradores tomando tere y viendo la tele afuera de la casa. "No vimos nada, señor", dijo uno con cara de cagazo.
Llegó la poli al medio del monte. Sabían los nombres de nuestros contactos, pero no los habían visto bien porque la cerrazón lo impedia. Milagro de la pericia con la que gozan nuestras fuerzas de seguridad.
Salimos a la ruta de nuevo. Nos quedamos esperando alguna pista. Vecinos aseguraban que esta pobre gente había parado ahí, sin dudas. Cinco minutos después, la cana pasa otra vez. Y al rato lo mismo. Corrían las sospechas de que había teléfonos pinchados. Más que sospechas.
Algo parecido había pasado a la tarde cuando F vio un camión que explotaba de gente, justo un día antes de las elecciones.
Al final nos fuimos con las manos vacías, pese a la porfia de los baqueanos. Nos enteramos después que tenían una logística perfecta. Sabían cada movimiento. Desplazaban a los paraguayos como si fueran muebles viejos.
Ni así les alcanzó.

LAS MEJORES FRASES DE GROUCHO

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.
Citadme diciendo que me han citado mal.
Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.
Aunque es del dominio público, creo que puedo anunciar que nací a muy temprana edad. Antes de haberme dado tiempo para lamentarlo había alcanzado los cuatro años y medio.
Mi madre adoraba a los niños, hubiera dado cualquier cosa por que yo lo fuera.
Partiendo de la nada alcance las más altas cimas de la miseria.
La política no hace extraños compañeros de cama, los hace el matrimonio.
Que le den el diez por ciento de mis cenizas a mi promotor artístico.
Si quisiera un centavo, rompería la hucha de mi hijo - si tuviera un hijo -.
Cualquiera puede envejecer. Lo único que se necesita es vivir lo suficiente.
- Todo lo que soy se lo debo a mi bisabuelo, el viejo Cyrus Tecumseh Flywhell. Si aún viviera, el mundo entero hablaría de él.-(Periodista) ¿Por qué?- Porque si estuviera vivo tendría 140 años.
Me casé por el juzgado. Debería haber pedido un jurado.
El matrimonio es la principal causa de divorcio.
Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
Durante mis años formativos en el colchón, me entregué‚ a profundas cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intenté‚ el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero.
Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa.
Dices que conociste a John en un ascensor, y mi pregunta es: ¿subía o bajaba? Esto es muy importante porque, cuando bajamos en un ascensor, siempre tenemos una sensación de vacío en el estómago que a veces puede confundirse con amor. En cambio, si subía, se trata de un caso claro de flechazo a primera vista, y también demuestra que John es un joven en periodo de ascenso. (De una carta a su hija Miriam)
Sus ojos, su garganta, sus labios... Todo en usted me recuerda a usted, excepto usted misma.
Hay algo que nunca olvidaré mientras pueda recordarlo y es que las madres de algunos de nuestros mejores hombres eran mujeres.(
Al camarero de un restaurante) Hoy no tengo tiempo para almorzar. Traiga la cuenta.(En el guardarropa) ¿Me deja su chaqueta, señor Marx? - Si, que la tengan lista para el jueves.
A quien va usted a creer, ¿A mí, o a sus propios ojos?
Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
Inteligencia militar son términos contradictorios.
Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!
Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, está su esposa.
El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.
El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.
Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
He disfrutado mucho con esta obra, especialmente en el descanso.
¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación más grande.
He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido esta.
No piense mal de mí, señorita, mi interés por usted, es puramente sexual.
No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
Nunca olvido una cara. Pero en su caso, haré gustoso una excepción.
O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.
Jamás aceptaría pertenecer a un club que admitiera como miembro a alguien como yo.
La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.
La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.
No me gustó la representación, pero después la vi en circunstancias más adversas: el telón estaba levantado.
Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es mas de lo que ella hizo jamás.
Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto. Preguntárselo. Y si responde 'si', sabes que esta corrupto.
Soy tan veterano en este oficio que llegué a conocer a Doris Day antes de que fuera virgen.
Humprey Bogart vino la otra noche a casa y acabó completamente borracho, algo por otra parte bastante normal en él. Cuando va cocido es un pelmazo, pero la verdad es que no mejora mucho cuando esta sobrio.
Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la única posibilidad de beber algo a media noche sin pisar al gato.
Una mañana me desperté y mate a un elefante en pijama. Me pregunto como pudo ponerse mi pijama.
Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!.
¿No es usted la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pense que me había enamorado de usted.
¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!
Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.
Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!
Estaba con esa mujer porque me recuerda a ti... sus ojos, su cara, su risa... De hecho, me recuerda a tí más que tú.
Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta.
El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima.
Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron píldoras vitamínicas en vez de arroz.
¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.
- ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio?- Amo a mi marido.- A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca.
M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa?
Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad?
M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí.
Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana.-
¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más.
Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo.¡
No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡Y daremos la orden de disparar!¡
Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas."
Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche.
Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche.
Chico: No puede ser.
Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana.
Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?.Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo."
Perdonen que no me levante para saludarlos. (Epitafio de Groucho)

HACHAZOS II



Sumergido en el fondo de un fango áspero, plagado de caracoles rojos, pierdo el tiempo. Entrecorto frases y aliento. Me muero de a poco. Pulmones de goma insuficientes.
Ahogo. Sopor. El tórax cede ante una presión incontenible, como una represa a punto de rebalsar.
Cosquillean los pies. Río a carcajadas.
Otra no queda.

HACHAZOS


Solo
invoco tu sombra
(hinchada de harina).

Solo
respiro en tu anca
(abierta empanada)

Solo
consumo tus poros
(agujeros peludos)

Solo
chupo mi sangre
(con hambre de liendre)
de Oriente.

COINCIDENCIAS ENTRE DADÁ Y EL CUT UP



Tristan Tzara
Para hacer un poema dadaísta:
Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo. "

A fines de los años ’50, cuando París era una fiesta por segunda vez en el siglo, el pintor Brion Gysin cortaba una tela con vistas a montarla en un bastidor cuando presionó más de la cuenta con su navaja, abriendo una ventanita rectangular en la capa superior de la pila de diarios que usaba para proteger su mesa de trabajo. Nunca una página del New York Herald Tribune fue tan poética como ese día: gracias al pulso un poco desorbitado de Gysin, viejo adepto a los energizantes artificiales, el texto de una noticia remota ascendía de las profundidades, reaparecía por azar y, enmarcado por el primer ejemplar de la pila, que le proporcionaba un contexto nuevo, despabilaba inesperadas reservas de sentido. Fue una suerte que el desliz ocurriera en el Beat Hotel de Madame Rachou, la guarida de la rue Gît-le-Coeur que Gysin compartía con William Burroughs, su flamante amigo beatnik. Burroughs, que acababa de poner punto final a los alucinados cortocircuitos de Almuerzo desnudo, casi no necesitó chequear el hallazgo de Gysin para paladear su encanto: “Cualquiera que tenga un par de tijeras puede ser poeta”, diagnosticó.

Es la técnica del “cut-up” –“cut and paste”, se diría en lenguaje cibernético– o del collage, tan empleada en la pintura. Burroughs grababa al azar ese material aparentemente inconexo, escuchaba luego la cinta y la detenía en un punto para pasar a máquina una frase o varias. El segundo paso consistía en componer un texto doblando una de las páginas mecanografiadas e instalando la mitad en otra página “con la intención de alterar y expandir estados de conciencia en uno mismo y también en los lectores”. Decía que las palabras “están vivas como animales, no les gusta que las enjaulen. Corten las páginas y dejen a las palabras en libertad”.

jueves, noviembre 02, 2006

EL BUFÓN PUNK



Albert Plá








No es un cantautor. Actor, bufón, juglar, esteta y performer políticamente incorrecto...
Extracto de crítica de La Jornada
"En realidad, el talento de Plá está en hacer reír al auditorio con tragedias; sus bromas, o más bien su juego con la ironía, es brutal y así, por ejemplo, el abuelo que coleccionaba enfermedades se superpone con imágenes sobre diferentes patologías, algunas francamente conmovedoras, que terminan por agobiar al espectador; todo esto, con un niño disfrazado de hombre araña que confunde la palabra hámster con cáncer y que el abuelo se ocupa puntillosamente de corregir. Otro sketch desopilante es el de Plá, a la manera del subcomandante Marcos, pasamontañas y pipa, pero con la camiseta del Barça, declarando en un tape la guerra a España. En la imagen aparece una asistente que le quita el pasamontañas y le pone una media en la cara que deforma sus rasgos y su voz; no contenta aún con el asunto, le pasa una máscara de un mono. La infaltable mención de las drogas llega durante un paseo en el que come un hongo que lo lleva a un viaje por diferentes momentos de su historia y que termina en un orgasmo. Hacia el final, llega al pueblo donde debe hacer firmar el permiso para la construcción del complejo industrial. Lo espera un levantamiento popular que es violentamente reprimido en la pantalla, en tanto, Farrés y él cantan "Gracias a la vida". "No se preocupe jefe, el intendente ya firmó... ¿si hubo problemas? Los cuatro exaltados de siempre", dice por celular a su jefe. El malo de la película es la evidencia de un artista inquieto y con una firme propuesta en la cual la crítica y la ironía son su mensaje".
El Gallo Eduardo Montenegro
los pajaritos cantan las nubes se levantan
las gallinas ponedoras en vez de poner huevos
consuelan a un gallito desolado
pues como cada mañana cuando fue a anunciar el día
el gallo se quedó sin habla la voz no le salía
tenía una afonía y ni cacarear podía
por mucho que abriera el pico no le salía ni pío
cómo iba a empezar el día si su canto no se oía
estaba convencido que el mundo se acabaría
así que san se acabó
el sol sólo saldrá el día en que las gallinas
se pongan a mear
presta atención
a lo que este gallo afónico te quisiera decir
kikirikikí...
los pajaritos cantan las nubes se levantan
el mundo gira gira y gira
el sol brilla brilla y brilla
creer que se detendrían porque un gallo
padeciera una afonía eso era una tontería
como esa que algunos hombres creen
que viven eternamente
que su alma sube al cielo
aunque su cuerpo haya muerto como si en el firmamento
hubiera sitio para tantos
san se acabó
lo único que sube al cielo
son los pedos que se tiran los gusanos cuando comen sus despojos
parecía el patito feo abandonando el gallinero
le despedían con pañuelos llorando sus gallinas
sin rumbo ni norte alguno
el gallo se fue errando hasta que un día muy cansado
se paró a dormir un poco era el reposo del guerrero
y en un bosque encantado
bajo un roble milenario
no hay futuro dijo el sabio
siguió preguntando en vano
quién puñeta fue primero
fue la gallina o fue el huevo
así que san se acabó
el amanecer llegó y no se oyó cantar un gallo
ese día tan absurdo lo estaba anunciando un búho
presta atención a lo que un burro cualquiera
opinaría sobre esta absurda cuestiónia
ia ia iai
los pajaritos callan era un búho quien cantaba
hola gallo dijo el búho esto es un bosque encantados
oy el bicho que buscabas
yo soy quien despierta al sol cada mañana
al lobo vegetariano y al león republicano
y a todos los bichos raros
soy un búho yo soy brujo
te has fijado que cursi es la moraleja
del cuento de la lechera
aquí nada es como parece
aquí uno no nace uno se haces
sin que nadie te lo mandes
ólo se hace lo que place
atrévete si quieres a no hacer nunca lo que debes
san se acabó
aquí hay gallo encerrado
donde está el cuarto pié del gato
más vale pregunta en mano
que cien respuestas volando
presta atención
yo sé cómo arreglar el mundo
ruego un poco de silenciol
o diré bien fuerte y claro pero sólo una vez
xiu xiu xiu...
yo cantaré así así o asá o como a mí me dé la gana cantar
xiu xiuiai iaikikirikiki
los pajaritos cantan las nubes se levantan
en verdad quién fue primero la tortuga o el conejo
existe realmente una gallina que ponga los huevos de oro
érase una vez un gallo que sabía el final del cuento
que fueron muy felices que comieron perdices
a mí me importa un pito si el mundo funciona
a pilas con butano o gasolina
es doloroso ser sabio y descubrir la sopa de ajo
apartó un árbol enorme y por fin pudo ver el bosque
yo lo que quiero es largarme con la música a otra parte
san se acaból
os músicos de bremen han sido asesinados
el burro el perro el gato
pero el cadaver del gallo aún nadie lo ha encontrado
presta atención
sabes tú qué pasaría si el viento y el agua
y toas las cosas transparentes de repente
tuvieran color
pues que bla bla bla bla...
Pepe Botika
Pepe Botika es un honrado traficante
tomando copas me lo encuentro
to los días me cuenta historias de sus años en la cárcel
a veces había suerte y si tenía pasta salía.
Ay ay ay ay ay ay ay
qué vergüenza,
ay ay ay ay ay ay ay S
eñoría, ay ay ay ay ay ay ay
¿cuánto cuesta ay ay ay ay ay ay ay su amnistía?
Lo colocaron con las manos en la masa c
uando venía del campo de coger higos
entodavía no l'an visto por su casa
lo tienen preventivo en una celda de castigo
Ay ay ay ay ay ay ay
¿Dónde están ay ay ay ay ay ay ay mis amigos ?
ay ay ay ay ay ay a
y tán encerrados
ay ay ay ay ay ay ay sin motivo.
Carabanchel, La Modelo, Herrera de la Mancha.
Cáceres II, Alcalá Meco, Puerto de Santa María.
El contrabando era su oficio más brillante
y las fronteras se las salta to los días
tengo colegas en casi todas las cárceles
era de Plasencia me parece que decía
Un día le hiceron un registro al soterrizo
y le encontraron 20 kilos de chorizo
hashís, caballo y cocaína
pal que compre pues ya lo dijo dios : no sólo de pan vive el hombre.
Ay ay ay ay ay ay ay
¿Dónde están ay ay ay ay ay ay ay mis amigos?
ay ay ay ay ay ay
ay tán encerrados
ay ay ay ay ay ay ay sin motivo.
Carabanchel, La Modelo, Herrera de la Mancha.
Cáceres II, Alcalá Meco, Puerto de Santa María Santa María.
Salió un claro entre las nubes, hemos vuelto a ver el sol.
Como dos presos comunes, en el tejao de una prisión.

martes, octubre 24, 2006

LINIERS, UN GROSSO DE VERDAD

VISITEN AUTOLINERS, una historieta por día...y verán cosas como las que figuran a continuación...
Salú



























lunes, octubre 23, 2006

PASAJE ABIERTO...SIN RETORNO













Perico y el otro pendejito pasaban los viernes tipo cinco a buscar la teca. Perico era un cana cincuentón, zorro viejo, mañero y algo ridículo. Tenía unas gafas negras ultraberretas de plástico, con patillas de chapa grabadas con la palabra “Police”. El pibe estaba recién horneado de la Vuce. Un oficialito cara de nada, hombros metidos para adentro, pálido y petisón. Tocaban el timbre, yo les abría la puerta eléctrica apretando un botón colorado, y los vigis se mandaban a paso firme.
La primera vez fue a los tres días de abierto el Hotel. A mi me llamaron para laburar nueve horas, mil mangos, y franco y medio por semana. No estaba mal. Igual, para no banquinear, sigo con el relato. Nada, arranqué, un empleo tranqui: mover a las mucamas, recepcionar los pedidos de comida, mandar el frigobar a la pieza, avisar cuando se terminaban los turnos, y ese tipo de cosas. Sé que se mueren por saber si se escuchan los gritos, si me calentaba, si había tramposos, si había “cositas raras”. Para qué les voy a mentir. Había DE-TO-DO. Ni la más puta idea se dan. Vuelvo. El Hotel estaba catalogado como “residencial tres estrellas”, ya que estaba en zona céntrica, y por supuesto, no tenía todos los papeles al día. Por ende, recibíamos cada viernes, a estos dos parroquianos de la Tercera que se llevaban doscientos mangos. En todo caso si no pagábamos, podríamos recibir sospechosas inspecciones para ver si había menores en el establecimiento, por ejemplo. La cifra del pago duraría más o menos un trimestre. Si las cosas iban bien, el monto aumentaría a los tres meses posteriores y así sucesivamente. ¿Me siguen?
“Cómo anda compañero”, tiraba Perico, algo nervioso, mirando para todos lados. Le decía compañero a todo el mundo, ya que para él, todo el país era peronista. El otro boludo se ponía un metro atrás de la ventanilla. Era extraño nuestro contacto, porque el no me veía casi, gracias al vidrio espejado. Las "visitas" ya eran parte de mi rutina . Separar la plata, rodearla con una gomita, ponerla en un sobre de papel madera, esperar a que venga Perico, y ya. Listo el pollo, pelada la gallina.
Pasaron los viernes y los trimestres. “Cómo anda compañero”. “Bien Perico, en la lucha. Estresado. Viste cómo es este laburo”. Perico se cagaba de risa mientras pitaba como un animal. Uno de esos tantos viernes, parecía algo más nervioso de lo habitual. Encima había caído solo, sin su diminuto compañero. “Te tengo que pedir un favor”. “Decime Perico, no hay problema”. “Me tenés que hacer la gamba. Necesito un turno para hoy a la noche, tipo once. Es una colega que está más buena que comer pollo con la mano. Punto caramelo”. “Mirá, Peri, no quiero comprometerme..”. “Desde ya, desde ya. Noo te quiero meter en ningún quilombo pibe. Yo te aseguro que cobro y te hago un regalito. Una atención, viste”. “Si venís a esa hora, el trompa no aparece. Perico, tenés que saber una cosa. Esto yo lo hago porque vos sos un tipo piola. Pero ni a mis amigos les tiro un centro así. ¿Está claro?”. “Gracias flaquito”. “Venite mañana”. “Quedate muzza, que aparecer, aparezco seguro”. Nos reímos bajito, cómplices.
Exactamente a las once de la noche, escuché el timbre. Miro por el visor del telecomunicador, y ahí estaba Perico vestido de civil, junto a una mina de treinta pirulos, morochita. Les abrí. “Un turno por favor”. “Habitación 23. Primer piso, tercera puerta a la derecha”. “¿Qué te debo?”. “Veinticinco pesos. Sírvase”. Le entregué las llaves. Perico me guiñó el ojo mientras guardaba el vuelto de cincuenta que le pasé por debajo del vidrio divisorio. La acompañante realmente estaba buena. Y más para Perico, que estaba algo gordo, que tosía como un perro. Aunque su pelo engominado, su sonrisa permanente y su derroche de simpatía, supongo que algo de efecto habrían causado en la piba.
Había bastante laburo. Era viernes, principios de mes y hacía calor: la combinación perfecta. Me esperaba una noche agitada. Riiiiiinggg. Teléfono de recepción. Era Perico. Jadeaba, tembloroso. “Por favor flaco, llamá a una ambulancia. Te lo pido por lo que más quieras”. “¿Qué pasa Peri? No jodas…”. “Por el amor de Dios…”. Parecía que se iba a largar a llorar. Yo pensaba en el enorme quilombo en el que me estaba metiendo. Un cana que se había mandado una cagada soberana. Llamé. A los cinco minutos me caen los paramédicos. Le dije a una mucama que se quede en recepción, y que en caso de que llegue alguien, que diga que no hay más lugar, que la sala de espera está hasta las bolas y qué se yo cuanto. Subimos. Golpeo la puerta y me anuncio. Ambos responden y me dicen que pasemos, que los ayudemos por el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Llaveo y abro. Increíble. El golpe de mi mandíbula contra el suelo debe haber causado un sismo grado siete en la escala de Richter. Los paramédicos se aguantaban la carcajada. La mina estaba en cuatro patas, con la cabeza tapada por una sábana, y Perico prendido por detrás. “No me puedo despegar. Estoy abotonado”. Esa frase la retengo hasta el último de mis días. Sigo. Uno de los ambulancieros fue de un pique hasta el móvil a traer una camilla. Perico no quería saber nada. La trajo igual. La pareja adherida en una pose poco sugerente fue tapada con una sábana de dos plazas blanca. Como pudieron, se subieron a la camilla. La escena era surrealista. Algunos curiosos se asomaban desde las otras habitaciones. Los dos tipos de la ambulancia los bajaron por la escalera, colorados, o porque aguantaban la risotada, o porque pesaban mucho. Me inclino por la primera. Un bulto blanco, como un enorme fantasma, haciendo equilibrio en un pedazo de plástico. Increíble. Se fueron. Le dije a los locos que no hagan mucho quilombo con la sirena y las luces, que me espantan a la clientela. Ni hablemos de los buchones del barrio, en especial los dueños de otros negocios, que podrían avisarle al dueño sin dudarlo. Un buen punto, pero dueño, con todo lo que ello implica.
Quedé muy intrigado por lo que pasó. La piloteé re bien. No tuve ningún problema. Pero la verdad, no veía la hora de que sea viernes nuevamente para verle la cara a Perico. Miércoles, jueves, viernes. Llegó el día. Timbre. Sorpresa: Peri no estaba, aunque sí su ayudante, el oficialito flacucho cara de nada. Pasa. Me saluda algo excitado. Le pregunto por el viejo. “¿No te enteraste? Se armó un jaleo de novela en la taquería”. Me sorprendió que haya usado la palabra “jaleo”. “Pasá”. Lo dejé entrar a mi habitáculo. Me miró algo extraño. Será por haberme visto por primera vez a la cara. “La cosa es muy complicada. Parece que Perico después de chamuyarse a esta minita, poli ella y muy bonita, concretó y la trajo para acá”. Asentí la obviedad. “Bueno, lo que pasó, es que el muy hijo de puta le hizo el orto a la pendeja, sin piedad. La mina que nunca lo había hecho, te imaginarás que sintió el impacto…”. “¿Y?”. “OK. ¿Viste que los llevaron en ambulancia, abotonados? Bueno, la piba no se qué problema tuvo en el ano… la cosa es que quedaron pegados. Les hicieron una pequeña intervención quirúrgica, nada del otro mundo. Y listo. Cada uno por su lado”. “Perdoname que insista, pero ¿qué carajo pasó después?”. El pendejito hizo una pausa, tomó aire, sonrió con algo de maldad y largó: “Se pudrió todo. Se la mandó completita. Resulta que los dos estaban de trampa. Él tuvo bardo a dos aguas. Con la mujer ni hablemos. Pero el tema es con la piba. La mina, poli como te dije, era la hembra del comisario nuevo, un viejo choto de quinientos kilos que le daba todos los gustos. Y para peor, el chancho nunca se la había puesto por la cola. Así que te imaginarás…”. Pensé que todo era una joda. Encima este turro parecía disfrutar de la situación. Me daba lástima Perico. “¿Y por qué no vino?”. “No vino y no creo que venga. El taquero éste se re calentó. Además tiene conectas en el Ministerio, en La Plata. Posta, posta. La cosa que el lunes a primera hora le solicitó el traslado. Mágicamente el martes ya tenía respuesta. Pobre Perico, lo mandaron a un puesto de policía vial en las afueras de Pedro Luro, así que ya debe estar por allá…”. El turro del miliquito se regocijaba. Yo me quedé estupefacto. Le pagué lo de siempre y se fue. “Nos vemos el viernes”. Me quedé pensando: “Pedro Luro”. Una de las calles más importantes de Mar del Plata. Un pueblo chico que queda cerca de Bahía Blanca. Capital Nacional del Ajo, de la Cebolla, o algo así. Bah, creo.

viernes, octubre 20, 2006

CROSS A LA MANDÍBULA (O QUÉ SIGNIFICA ESCUPIR SEGÚN ROBERTO ARLT)

















PALABRAS DEL AUTOR

Con “Los lanzallamas” finaliza la novela de “Los siete locos”.
Estoy contento de haber tenido la voluntad de tra­bajar, en condiciones bastante desfavorables, para dar fin a una obra que exigía soledad y recogimiento. Es­cribí siempre en redacciones estrepitosas, acosado por la obligación de la columna cotidiana.
Digo esto para estimular a los principiantes en la vocación, a quienes siempre les interesa el procedi­miento técnico del novelista. Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal. Dios o el Diablo están junto a uno dictándole inefables palabras.
Orgullosamente afirmo que escribir, para mí, cons­tituye un lujo. No dispongo, como otros escritores, de rentas, tiempo o sedantes empleos nacionales. Ganarse la vida escribiendo es penoso y rudo. Máxime si cuan­do se trabaja se piensa que existe gente a quien la preocupación de buscarse distracciones les produce surmenage.
Pasando a otra cosa: se dice de mí que escribo mal. Es posible. De cualquier manera, no tendría dificultad en citar a numerosa gente que escribe bien y a quienes únicamente leen correctos miembros de sus familias.
Para hacer estilo son necesarias comodidades, ren­tas, vida holgada. Pero, por lo general, la gente que disfruta de tales beneficios se evita siempre la molestia de la literatura. O la encara como un excelente proce­dimiento para singularizarse en los salones de sociedad.
Me atrae ardientemente la belleza. ¡Cuántas veces he deseado trabajar una novela que, como las de Flaubert, se compusiera de panorámicos lienzos…! Mas hoy, entre los ruidos de un edificio social que se des­morona inevitablemente, no es posible pensar en bordados. El estilo requiere tiempo, y si yo escuchara los consejos de mis camaradas, me ocurriría lo que les sucede a algunos de ellos: escribiría un libro cada diez años, para tomarme después unas vacaciones de diez años por haber tardado diez años en escribir cien razonables páginas discretas.
Variando, otras personas se escandalizan de la bru­talidad con que expreso ciertas situaciones perfecta­mente naturales a las relaciones entre ambos sexos. Después, estas mismas columnas de la sociedad me han hablado de James Joyce, poniendo los ojos en blanco. Ello provenía del deleite espiritual que les ocasionaba cierto personaje de “Ulises”: un señor que se desayuna más o menos aromáticamente aspirando con la nariz, en un inodoro, el hedor de los excrementos que ha defecado un minuto antes.
Pero James Joyce es inglés. James Joyce no ha sido traducido al castellano, y es de buen gusto llenarse la boca hablando de él. El día que James Joyce esté al alcance de todos los bolsillos, las columnas de la sociedad se inventarán un nuevo ídolo a quien no leerán sino media docena de iniciados.
En realidad, uno no sabe qué pensar de la gente. Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho la burda comedia que representan en todas las horas de sus días y sus noches.
De cualquier manera, como primera providencia he resuelto no enviar ninguna obra mía a la sección de crítica literaria de los periódicos. ¿Con qué objeto? Para que un señor enfático entre el estorbo de dos llamadas telefónicas escriba para satisfacción de las personas honorables:
“El señor Roberto Arlt persiste aferrado a un realis­mo de pésimo gusto, etc., etc.”
No, no y no.
Han pasado esos tiempos. El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino es­cribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un “cross” a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y “que los eunucos bufen”.
El porvenir es triunfalmente nuestro. Nos lo hemos ganado con sudor de tinta y rechinar de dientes, frente a la “Underwood”, que golpeamos con manos fatigadas, hora tras hora, hora tras hora. A veces se le caía a uno la cabeza de fatiga, pero… mientras escribo estas líneas, pienso en mi próxima novela. Se titulará “El amor brujo” y aparecerá en agosto del año 1932.
Y que el futuro diga.

ROBERTO ARLT

EL ORGULLO DE DECIR NO II

















LA CORPORACIÓN

La Corporación es un nicho, un circuito cerrado.

La Corporación es espíritu de cuerpo, verticalismo.

La Corporación es una poderosa entidad que pelea por un interés común, homogeneizando, generando pertenencia, identidad y cohesión interna.

La Corporación es un monstruo pantagruélico, voraz como la propia Nada. Ningún resquicio queda a su paso. Es la adhesión o la marginación.

Sus objetivos pueden contraponerse con los de otra Corporación. Hay disputas, tironeos, que no necesariamente llegan a ser antagónicos.

La Corporación abarca todos los aspectos de la vida en sociedad, mediatizándola. Comprende iglesias, barrabravas de fútbol, karatecas, heladeros, taxistas, escritores de poesía, obreros de la construción, operadores de radio, biológos marinos, abogados, enfermeros, policías, camioneros y vendedores ambulantes, entre tantos otros.

Comprende jerarquías indiscutibles, escalafones, rangos.

Corporación es PODER.

Corporación es CONTROL SOCIAL, es mantener el agua en su cauce. Posee una brutal “normalidad”.

Pertenenecer a una de ellas significa obedecer, acatar, “formar parte de”, ponerse la camiseta, dar la vida por la insignia sin esperar nada a cambio, entregarse, ceder con abnegación.

Pertenecer implica “tener códigos”, hermetismo, secretismo, complicidad, encubrimiento. El silencio y la mirada al suelo son virtud. Quien no cumple, es “buchón”, “traidor”. En definitiva, “no es leal”.

Pertenecer implica, aunque no se desea en prima fasce, odiar, defenestrar, despreciar, discriminar, parcelizar, separarse de-Otro. Paradójicamente, esto fortalece el funcionamiento de las Corporaciones.

También significa obtener beneficios de todo tipo, desde económicos y laborales, hasta de la propia percepción egocéntrica del individuo, y el reconocimiento del Otro-grupal.

Se puede acceder de muchas maneras. Las más comunes: lazos de sangre, de amistad, de obsecuencia, de obediencia. Puede haber excepciones (excepcionales).

En un lugar donde es regla, hábito y hasta ley implícita, no pertenecer a una de ellas significa estar absolutamente desprotegido en el espacio social. Se traduce en una vulneralibilidad-negatividad completa: no trabajar, no estudiar, no comer, no vida, no-acceso…no-no-no...

Quienes no pertenecemos, estamos orgullosos de estar afuera. Y nos cagamos en ellas, aunque pagemos un precio alto por eso. Nos nos importa saltar al vacío por encima de sus retenes.

Somos mercenarios cobardes e irrespetuosos, que nos burlamos de sus líderes, que no tenemos parientes influyentes y si los tuviéramos, los estafaríamos.

Si es necesario, nos traicionaríamos a nosotros mismos.

Las creaciones humanas más “auténticas”, como las Corporaciones, tienen como objeto encerrojar el espíritu, acumular poder e imponer ideas e intereses mezquinos. Y no estamos dispuestos a colaborar en tan miserable tarea.

TODO LO QUE NO TIENE IDENTIDAD SOBREVIVE.



EL ORGULLO DE DECIR NO



A LOS ESPÍRITUS LIBRES

Ácratas, librepensadores, iconoclastas, timadores, egoístas no ególatras, estafadores, artistas, chulos, mentirosos y advenedizos, ¡escuchad!..

La vida es placer, disfrute. Es hacer lo que uno realmente quiere y desea con toda el alma, sin ataduras.

La vida es nuestra y de nadie más. Nos pertenece, qué joder!

El mundo nos proporciona a diario dosis contundentes de espanto, muerte, infelicidad, crueldad y sufrimiento. Ese bombardeo incesante de excremento nos genera una profunda angustia.

Como bien dijo alguna vez Sigmund Freud, para paliar el malestar, disponemos de nuestra voluntad para evadirnos.

Las actividades artísticas, la instrospección, el ascetismo, el goce físico, las cumbres del placer, las percepciones distorsionadas, las pulsiones, los caudales de energía, deben liberarse sin pausa.

Los convencionalismos sociales encorsetan, maniatan nuestra felicidad.

El principal enemigo: el trabajo asalariado.

Necesitamos del dinero para sobrevivir, eso es indudable. Pero también necesitamos, como los peces el agua, libertad.

Traduzcamos: libertad igual a ocio. El ocio no es ni creativo ni productivo. Es ocio y punto. Es nuestro principal derecho. Nadie debe decirnos qué debemos hacer con Él.

Por lo tanto, debemos proveernos del sustento diario de la manera menos dolorosa posible, evitando principalmente el desgaste corporal, que nos recorte nuestra capacidad de disfrute.

Si la lana viene a cambio de algo placentero, inmejorable situación.

Si hay que “sacrificarse” (horrenda palabra), hay que hacerlo de la manera más beneficiosa posible (para nosostros).

Por eso: asaltad oficinas públicas, contratos fantasmas, cargas horarias irrisorias, becas y pasantías truchas, ayudas de ONG´s.

Es importante el no-compromiso.

Así podrás leer, escribir, pintar, actuar, tocar un instrumento, amar, practicar un deporte, robar, incendiar una iglesia, confeccionar títeres, coger, asesinar, o simplemente perder el tiempo.

HAZ LO QUIERAS, SERÁ TU LEY.

miércoles, octubre 18, 2006

SUPERACIÓN

Señoras y señores:
Tengo en mi poder "SUPERACIÓN", el último disco de Mister América, probablemente la mejor banda de rock de Argentina.
Para quienes no son platenses, o no hayan vivido allí, no saben lo que se pierden.
Por lo pronto, tiene un sitio web donde pueden conocer ( Y BAJAR) algo de su obra.
Salud.
Disfrutenlos.
Gracias Mr. A.!!!



martes, octubre 17, 2006

QEPD



















Pasó con Rosas, Alberdi y con Evita, entre tantos otros. Ahora con Juan Perón.
¿Somos necrofílicos?
¿Muestra algo de nuestro costado perverso?
¿Qué es esa fascinación por la muerte?
¿Por qué?

domingo, octubre 15, 2006

SHHH!!!



Siempre detesté el prusiano crepitar de tus pasos por la galería. Punzantes, prolijos y perfectos.
Hoy no escucho nada.
Todo es vacío.
Afonía.
Mutismo.

Todo es silencio

sábado, octubre 14, 2006

100% ARGIE...

Ni el dulce de leche, ni la birome, ni el tango ni el colectivo, son tan representativos como nuestro Héroe: RAFAEL DI ZEO.












Acosado. Di Zeo demuestra una vez más su inocencia.

















Laburando. Dando la vida por los colores.

CHE, FUERA DE JODA...¿Y SI ES?

¿Se imaginan qué quilombo se arma si la Holgado resulta ser la hija del Primer Trabajador?
¿Qué opinión tendrán Isabelita y los beneficiarios de la herencia (incalculable, por cierto)?












Papi y la Nena

viernes, octubre 13, 2006

GARGAJITO



















Juan, para los amigos.


"Quien tome merca con un billete, no sólo deberá sentir tronar el escarmiento, sino que es un estúpido y un inverbe". Perón, Juan Domingo; "Aforismos desde Puerta de Hierro", Madrid, 1971. Reedición de Bonasso Editorial ("Lopecito fue el culpable de todo. El viejo es el Viejo".) Primavera Kirchnerista, Río Gallegos, 2006/20...

PASTILLAS CELESTES


Francisco Bochatón.

Pensando sólo en vos
me siento solo
mi vela se apagó
voy a servirme vino
pastillas celestes
no sé qué escribir
me siento solo
cómo calla el ángel de mi alma
cómo grita la serpiente de mi mente
tus cosas están quietas
siempre solo
me afecta todo un poco
se me acabó el vino
la tormenta que imagino es gris
y se lleva todo
pasa por la puerta y te arrastra a vos
me perturbó esta canción
hace dos horas que estoy llorando
voy a llamar

sábado, octubre 07, 2006

AMIGOS AND FRIENDS


Nobleza obliga. Como no tengo un sitio destinado a otros sitios, directamente lo posteo.

Tenemos al "nostálgico-humano" de ¿Qué pasa por la calle?

Al Holden Caufield del Cazador oculto

A la limadura radial de Hoy no se fía

A los certeros disparos de Crudos

A la jodedora actitud de Escritos volátiles

A la sordidez del Lobo estepario

A la mirada única de Soy Curiosa

A la destreza de Cada muerte de obispo

A la mística de Radio Estación Sur

Al torrente hormonal de Síndrome de nido vacío

A la rabia de Un alivio

Al vuelo lisérgico de Liniers

Recomiendo fervientemente el sitio de la artista Renata Palubinskas, que es de puta madre.

FRASES PERIODÍSTICAS PELOTUDAS

NECESITAMOS TU COLABORACIÓN PARA ARMAR EL PRIMER COMPENDIO DE FRASES/VICIOS DE NUESTRO AMADO PERIODISMO...SERÁN PUBLICADAS.
JACK LO PROMETE

"Vuelvo a repetir"
"El mundo-Boca/River/Aldosivi/"
"Digo, reitero"
"Me parece que..."
"Está cortado el tránsito y la policía NO HACE NADA"...a continuación...
"Una violenta represión policial"
"Esto es un llamado a nuestras autoridades"
"La justicia lenta de nuestro país"
"Los chicos de la calle"
"Buen partido, ¿no?"
"Lo cierto es..."
"El saldo es de 40 muertos"
"Fue un crimen a sangre fría"
"El citado nosocomio"
"No sin esfuerzo"
"Marcado interés"
"Abigarrada multitud"
"Dantesco incendio"
"Los agentes del orden"
"No apto para cardíacos"
"Nutrido intercambio de disparos"
"Frondoso prontuario"
"Paciente investigación"
"Concienzudo análisis"
"Pertinaz llovizna"
"Violenta colisión"
"Insospechadas derivaciones"
"Breve, pero emotiva ceremonia"
"Apretada síntesis"
"Categórica derrota "
"Desenlace fatal"
"Rauda marcha"
"Tensa calma"
"Digno de mayores elogios"
"Hizo caso omiso"
"Palomitas blancas"
"Colombianización del país"
"En Brasil no hay clase media"
"El milagro chileno/alemán/japonés"
"La garra charrúa"
"La enjundia guaraní"
"Una medida que tuvo alto acatamiento"
"Se salvó milagrosamente"
"Una muerte absurda"
"El tiempo es tirano"
"El país cafetero/azteca/oriental"
"El ritmo carioca"
"Un raid delictivo"
"Síndrome de Estocolmo"
"Un aplauso cerrado"
"Se despidió a lo grande"
"El joven transgresor"
"La diva"
"En el marco de..."
"Un tema tabú"
"Una fuga cinematográfica"
"Digna de Hollywood"
"Un tema que preocupa a todos"
"Un debate pendiente"
"Un final reñido"
"Resultado abierto"
"Setentista"
"Años de plomo"
"Nuevo cine argentino"
"Desbaratan banda"
"La misteriosa desaparición"
"Los malvivientes fueron apresados luego de un intenso tiroteo"
"Tenemos que lamentar otra muerte inocente"
..."fue trasladado al nosocomio, en donde le detectaron politraumatismo de craneo"






PD: Nada que ver con la consigna, pero una de las mejores e ingeniosas frases periodísticas, se la debo al gorilazo de Pablo Sirvén. En una ocasion, escribió una nota en Noticias donde caracterizaba a un conductor pedorro, de un programa pedorro típico de verano (ver nabo de fotografía), mateykístico, de tener un "preocupante alto perfil" debido a su insoportable carácter. Fenomenal. Clap clap clap.












Matías Santoianni. Profesión: Pelotudo.




viernes, octubre 06, 2006

ES DE QUESO ROQUEFORT?

No voy a despertar en el mundo real
No voy a regresar…jamás
El mundo es un lugar azul
El mundo es un lugar sin luz
-el sol es verdad-.

No voy a caminar en tu sombra
y no te voy a ir a buscar
el mundo gira desde ayer (en mi cabeza)
el mundo es como una pared
-el sol es de verdad-.

El mundo es un lugar normal
no voy a regresar, al mundo real
no voy a despertar…jamás
El mundo es un lugar azul
El mundo es un lugar sin luz
-el sol es verdad-.

El mundo es una estrella
y no es un plato volador
el sol es una nave
y no es de queso roquefort
-el sol es de verdad-.

"El sol", Bicicletas, "Deslízate naranja", 2003.

NO SABÉS LO QUE FUE...

No sabés lo que fue. Increíble. Tipo dos y media de la mañana, estaba recostado en la sala de médicos, mitad dormido, mitad de cigarro colgando de la boca. Tenía las patas cruzadas, con los pies apoyados en la mesita. Al rato, viene Margarita y me dice: “Venga rápido doctor. Hay una chica con problemas”. Esta última palabra me generó más interrogantes, entre el humo del tabaco y el sopor de las 48 horas de guardia seguidas que hago por unos pocos pesos. Cuando me levanté, recordé que me deben 3 meses. Y que no estoy contratado. Pero eso lo dejo para otra día.
La ví sentada en la camilla, pálida, ojos saltones, brazos rígidos, espalda tieza. Me acerco. “Madrecita, ¿qué le trae por acá?”. “No me siento bien, doctor”, sentenció inmutable, con la mirada perdida, enfocando algún punto de fuga desconocido. “Aguantame un cachito mi china, que ya regreso”. Le pregunté a Margarita los datos de la paciente. “Se llama Marta Kislowski. Tiene 27 años y parece que tiene epilespsia. Es de por acá cerca, de El Palomar. Por lo menos me dijo eso”. Volví a la sala de guardia. Comencé a revisarla. De pronto, mientras le miraba las pulpilas, empezó a temblar. Cada minuto se ponía más tensa. Le hablaba. “¿Me escuchás Marta?”. Nada. Parecía entrar en trance. Sacudía el cuello en forma centrífuga. Los ojos se le volvieron completamente blancos. Pedí ayuda de inmediato. Llegó Tato Laguniak con Margarita. No la podíamos sostener. Balbuceaba sonidos guturales con un timbre de voz muy grave, gravísimo, como si fuera un tipo. “¿Qué carajo pasa?”, preguntó Marlene, la chica de admisión, que se asomó por la puerta vaivén algo incrédula. “¿Y qué te parece?”, disparó Tato, con la amabilidad característica de los polacos.
El asunto es que la flaca, empezó a golpearse la espalda contra la camilla y a levantarse de inmediato. Como si rebotara. Como si hiciese abdominales. Le dimos tres tranquilizantes para voltear una manada de rinocerontes, más o menos. Nada, che. Pasaron tres, cinco, ocho minutos, no sé. Cayeron 2 médicos más que estaban de guardia en neo y obstetricia. El pajero de Willy filmaba con el celular. Marlene me llamó “urgente doc, urgente”. Dejé el mando a los otros. Le di una patada al vaivén al estilo cowboy. Me esperaba una vieja de 65 años aprox. Resultó ser la abuela de la chica. “Mire dotor, la nena tiene un problemita, ¿sabe?”. Me quedé mirándola esperando el remate de la frase, ya que su afirmación era, por lo menos, bastante obvia. “Está poseída. Es culpa de esos umbanda con lo que anda”. No sé qué cara debo haber puesto. Pero no supe qué decir. A los 30 segundos de mi silencio me preguntó si podía llamar al padre Basilio, un cura polaco redentorista muy conocido en El Palomar por su “espiritualidad”. Le dije que sí sin pensar realmente en lo que estaba haciendo.
Volví a ingresar a sala. El cuadro no había cambiado, más bien se mantenía o empeoraba. Me dicen que le dieron otra pastenaca y que parecía que le daba más fuerzas todavía. En esos momentos, Roberto baja de la ambulancia a un accidentado en moto, con fractura expuesta de fémur y el cuello hecho polvo, según sus palabras. Pido ayuda. De una lo mandan al quirófano. Bajan semidormidos los traumatólogos. El tipo estaba inconciente y sangraba por todos lados. Entra el padre Basilio a paso firme y me encara con autoridad papal: “Doctorr, necesito el parrte médico de la yica Kislowski”. “Mire padre, esta muchacha no tiene nada. No encuadra con ninguna patología médica. Lo único que me dijo es que tiene epilepsia, pero no posee esas características. Ahora, la abuela me dijo que estaba poseída”, mientras se me escapaba pícara, una sonrisa. No le gustó nada al cura. “Esto es serrio doctor. No es para hacerr chistes”. Bajé la vista, como cuando era chico y los salesianos me tenían cagando. De pronto, la piba empezó a increpar a Basilio. “Aaaarrrghhhhhhhh. No podrás conmigo!!!!…Ñaajñajajajñajñaj”. Quedé estupefacto. Esa risa era como las de las películas de terror. Demoníaca. Su cuerpo se contorsionaba a cada instante con una fortaleza inusitada. Sacudía la cabeza, bramaba como una animal salvaje. Mientras tanto, el padre Basilio rezaba una oración en polaco con los ojos cerrados, y la apuntaba sin cesar con un crucifijo de bronce. “¡Vete de aquí Satán! ¡Abandona este cuerrpo por el amorr de Dios! Lleva tu crrueldá a otra parrte!”. En la mano izquierda sostenía una pequeña Biblia encuadernada de cartón negro. Yo simplemente asistía el espectáculo junto a mis compañeros, a unos 2 metros de la acción verdadera. Marta bramaba. Gemía. Vociferaba improperios en polaco, según me apuntó Tito, hijo de inmigrantes de la ciudad de Lodz. La voz era estridente, cambiante. De grave a hiperaguda, de hiperaguda a estomacal, visceral. Willy filmaba sin parar. Retomo por un segundo la lucidez y veo que somos más de 10 los plateístas. El chabón que se dio el palo en la moto, quedó desmayado por la pichicata que le dieron para que no joda. El cura seguía con la arenga, impregnada de su acento: “Vete, vete, veteeee!!!! No erres fuerrrte parra enfrrentarrme!!!”. De pronto, la muchacha golpeó su cabeza contra la pared. Una y otra vez. Impresionaba de verdad. Con una habilidad asombrosa, Basilio apoyó la Biblia en la camilla y extrajo de su bolsillo derecho, un hisopo de metal. Lo sacudía hacia la endemoniada a ritmo preciso y certero, arrojándole agua bendita. Marta vomitaba ua especie de espuma blanca, de olor insoportable. No, no, verde no era. No me rompas las pelotas. No seas pelotudo. Basilio siguió rezando en polaco. De pronto, la mujer se derrumbó. Y te juro por lo que más quieras, que se suspendió en el aire, levitó. No sé si fueron tres segundos, cinco o veinte. Pero te aseguro que así fue. Hay testigos, no te voy a embromar con eso. Después quedó como si le hubiera pegado una trompada Tyson. Quedó así. El cura se agarraba la cabeza. “Estoy agotado. Me duele mucho la cabeza”. Se retiró así nomás, maltrecho y sudado. La abuela se me acercó y me dijo que no me preocupe, que se la llevaba a su casa. “Hace como dos años que le viene el Demonio, dotor, y Don Basilio, que Dios lo bendiga, siempre nos ayuda, porque nos conoce de hace tiempo”. La chica se despertó como si nada. Se puso de pie y le preguntó a la abuela si se podían ir. Como médicamente estaba perfecta, no me opuse. Se fueron enseguidita.
Yo sé que para muchos parece una broma de mal gusto. La calma fue reinando de a poco. Los curiosos volvieron a su lugar de trabajo, aunque todos comentaban lo sucedido. Los más creyentes, aterrados. Nosotros, nos reíamos nerviosamente. El director me mandó a llamar para que le cuente esto, y así hice. Se cagaba de risa el tipo. Me dijo que le pasó varias veces cuando era pendejo y se ganaba la vida en las guardias de emergencias. Que hay gente para todo, que están re locos, que las sectas no sé cuanto…
Volví a la sala. Estaba el pajero de Willy con su Nokia a todo culo, mirándome con una cara de espanto bárbara. “Boludo, no grabó nada, me quiero matar”. Los días pasaron y la gran mayoría de mis colegas, muy científicistas y racionales ellos, no pararon de cargarme y sacarme el cuero. “Mirá ahí viene Linda Blair”. “No gires mucho el cuello en 360 que te complica las cervicales”. Me chupa un huevo. Por eso te llamé. Para contarte. Si vos me creés. ¿O no?

miércoles, octubre 04, 2006

martes, octubre 03, 2006

CON PERMISO


Debo confesarle que anduve merodeando por su casa. Sí, ante todo, las más de las sinceras disculpas por el atrevimiento. Sepa comprender. Lo estuve esperando. Tenía un montón de preguntas para hacerle. De verdad. En cualquier caso, le paso a contar lo que hice. Si es que me lo permite, desde luego. ¿Sí? Bueno, arranquemos entonces.
A eso de las 2 de la tarde llegué a San Ignacio, luego de una horita y media en el Horianski, que se detuvo en Santa Ana a cargar combustible. Lo pongo al día: hay escasez de gasoil, por una supuesta e inminente crisis energética que el gobierno de Kirchner, según apuntan desde la oposición, no tiene ni la menor idea de cómo manejar. Ahhh, no le importa. Disculpe la digresión. No quiero aburrirlo. Está bien. Como decía, llegué con un poco de demora. Para que sepa, los tiempos han cambiado. A mitad de camino subió un hombre con camisa blancuzca (el blanco puro no existe, todo se mancha de naranja), que se puso a hablar en guaraní por un moderno celular. ¿No sabe qué es un celular? Es un teléfono portátil, muy pequeño. Todos tienen hoy en día. Retomemos. Relativamente hacía algo de calor y estaba nublado. A lo lejos se podía percibir el susurro de la tormenta que vendría, según el meteorólogo de Canal 12, que dicho sea de paso tiene una puntería infalible. Bueno, lo del canal se lo explico otro día, es algo más complicado. Calzaba unas ojotas blancas, que en seguida se tiñeron de colorado, como todo por acá. Si, ya sé que lo sabe bien lungo. Shorcito deportivo y musculosa. Termolar cargado de jugo con mucho hielo. Yerba, vaso de vidrio y bombilla correspondiente. Me senté en una placita y me armé el tereré. Seguí. Orgulloso pagué mi entrada a la misión jesuítica San Ignacio Miní, por el módico valor de 3 pesos, ya que soy residente de la provincia. Usted ya la conoce, qué le puedo contar. Que desde 1984 es patrimonio cultural de la Humanidad. Que es impactante. Nada, en fin, que no haya visto. 1903. Estaba todo recubierto por la voraz selva de entonces, reducida a hoy a pinares artificiales para fabricar celulosa. Sacó fotos junto a Lugones. Allá por los 40´ fue despejado todo el lugar, para que se pueda apreciar bien la magna obra, abandonada a su destino. Botín de guerra de los imperios coloniales, presa de bandeirantes y mamelucos, blanco del Vaticano, trincheras paraguayas. Un poco de todo eso fue. Bueno, sigo. Kilómetro y medio después está su casa. Hay que caminar hasta el arco de gendarmería nacional, doblar a la derecha y meterle hasta el fondo. Después de una curvita leve, aparece. Está muy bien, la lleva al día. Primero recorrí el sendero de bambú, donde apenas pasa el sol, la tierra está húmeda y se siente una brisa en la piel que parece atrapada entre las cañas. A mitad de camino, levantaron una réplica de su primera casa, la de madera, la que se prendió fuego. Lo hicieron para una película, que creo no haber visto nunca, y eso que en eso no fallo. Entré. Estaba todo en su lugar, como me habían dicho. La Remington portátil, el bastón, los tatús embalsamados, la piel de yarará extendida a lo largo de la pared (¿mide dos metros o estoy loco?), el aljibe, la pequeña cama, la pileta. Le comento que agregaron una historieta del gran Alberto Breccia, un enorme dibujante argentino, quien ilustró para la revista El Porteño “La gallina degollada”, el cuento más espeluznante que haya leído jamás. Lo confieso. No quería llegar a revelarle esa debilidad, tan mía. “El almohadón de plumas” me hizo temblar también. No tiene nada que envidiarle a sus maestros, como Kipling, Poe y Maupassant. De verdad se lo digo. No, no. No es mentira. Para chupar traseros están los críticos. Hay crónicas suyas de La Nación y Crítica. Fotos por doquier. Se lo ve armando el bote donde pasaba horas navegando en la tensa clama del Río Paraná, como agricultor, como carpintero, como químico-fabricante-de-insecticidas-y-suero-antiofídico. Con sus hijos. Sus mujeres. Y sepa lo siguiente: no fue ningún tonto al elegir semejante vista al río. 185 hectáreas de predio, ahora en poder de la Gendarmería. ¿No lo sabía? Después le explico. Sepa que me conmueve su vida, sus avatares. Su vida signada por la absoluta tragedia. Su padre diplomático muerto accidentalmente cuando bajaba de un barco, por un disparo infame de escopeta, cuando usted apenas tenía días de vida. El suicidio en su propia cara de la posterior pareja de su madre. La muerte de su amigo, que le había pedido que le enseñe a disparar un arma de fuego, y ese tiro que se escapó. Sus tertulias con el grupo Boedo. La amistad con el ecléctico Lugones. El impacto que le causó esta hermosa tierra de Misiones allá por 1903. La locura de vivir en el ascetismo, en terrenos inhóspitos, viviendo de la caza y la pesca. Aislado. Incumpliendo permanentemente en su cargo de Juez de Paz. Los desplantes de sus mujeres. El cáncer de próstata. El Hospital de Clínicas. El veneno. Hijos suicidados, jóvenes. La esposa que ingiere el insecticida elaborado con sus propias manos. La agonía de 8 días. El dolor. Su segunda mujer, de 20 años, amiga de su hija. Ella fue la que donó las propiedades al Estado, por la falta de decendencia.
No quería despedirme sin saludarlo. Y que mucho de lo que escribió me estremece al día de hoy. Adiós “loco” Quiroga, hasta que nos tape para siempre la selva.