miércoles, marzo 20, 2013

¿Qué sostenemos?


Anónimo que circula desde hace días por mail


¿Qué sostenemos?
La "Provincia en llamas","la Provincia al rojo", "la Provincia hace agua"...todas frases que se oyen y uno ya naturalizó. Docentes parando, estatales parando, subvenciones que no llegan, comedores que tienen que reducirse un cuarenta por ciento (¿hay un cuarenta por ciento menos de hambre?) y acá viene la pregunta: ¿Qué sostenemos?
Uno puede elegir entre defender lo personal e individual o lo grupal. No critico a quienes se justifican desde lo personal, conseguir un trabajo con un sueldo rescatable no es cosa sencilla. Si a quienes intentan justificar una elección personal haciendo gala del contexto grupal. El Estado Provincial tiene miles de direcciones de línea que como yo están ocupadas por militantes, por peronistas que creemos en el aparato estatal, en los beneficios que tiene un estado cien por ciento peronista y que consideramos que una visión peronista dentro del funcionariado provincial ayudan y benefician desde la gestión concreta a la población. Pero qué sostenemos cuando años de vacío generaron éste estado. Este estado con minúsculas que traba, burocratiza innecesariamente, este estado ocioso.
"El empleado hace que trabaja y el estado hace que paga". En una parte fue la dictadura, con su desarme de las instituciones, luego el radicalismo, con su nada estatal, el duhaldismo y los 90 que profundizaron la cagada, con funcionarios delincuentes que hoy pueden contarle a sus nietos contentos que no fueron en cana, la brevísima (indi)gestión de Ruckauf, la corrección agropecuaria de Solá y hoy esto. Scioli.
En el 2015 los bonaerenses van a poder festejar la finalización de lo que será recordada como la gobernación más ruinosa de los últimos 50 ó 60 años, quitando la nada y delincuencia radical: expedientes parado años en un escritorio, los peores gremios teniendo injerencia directa en la designación y armado de estructuras completas, la inacción. Lo peor que le puede pasar al peronismo es la inacción del estado provincial. Este estado tuvo mejores épocas, pero la inacción es en su gran mayoría responsabilidad directa del sciolismo. Porteños que vienen a la ciudad de La Plata cada quince días, que firman con suerte cada un mes, jubilaciones paradas por falta de firma de funcionarios, pagos parados por desidia. En algunos espacios puede ser preocupante, pero la provincia tiene IOMA y el Ministerio de Salud, y ahí pasa de preocupante a jodido.
Hoy mientras caminaba entre la enorme marcha de los docentes en La Plata me acordaba cuando con un amigo caminábamos también los conflictos del 2001, cámara de fotos en mano. Hoy me pregunté seriamente qué sostenemos. Cuando decimos que pronto los "pagos van a estar", ¿lo creemos realmente o les decimos a la gente lo que ellos quieren oír? ¿Cuánto más se puede sostener esta situación sin quilombos serios? Y no encuentro respuestas.

jueves, septiembre 27, 2012

Cuchá, cuchá


Escuchame una cosita. No, no, no. Pará, pará, pará un cachito. Cuchá, cuchá. Nananananana. Oíme. Sí, pero…. ¡Oíme, viejo! Tranquilizate. Estás muy acelerado. Respirá hondo, relajate. Mirá, yo tengo cuatro by pass y acá me tenés, me fumo tres atados por día, tomo café cada diez minutos, no paro nunca. Ya sé que estás adentro. Te dije que hay tiempos procesales que tenemos que respetar. ¿Qué te pensás, que hago magia? Acordate cómo te fue con Barrufaldi…Te re cagó, se quedó con las dos lucas del…No, no te estoy metiendo el dedo en el orto, no seas boludo Dany. ¡Qué poca memoria, loco! Total, el que te sacó del quilombo del boulevard fue Barrufaldi. Andá a cagar. Aparte, tu vieja me tiró 300 pesos hace do-se-ma-nas después de tres meses de borratina. Y yo tengo que ir de acá para allá, romperle las bolas al fiscal, ir a Lomas…Sí. Ajá. No. No. Hasta octubre, olvidate. Ni en pedo. Perdiste feo, amigo. Lo único que podemos hacer es esperar, pero no te vuelvas loco… Sé donde estás, lo sé, no me tenés que explciar nada. Bueno, tengo que atender gente, me están tocando el timbre. No seas pelotudo, no te estoy cortando el rostro. Dale, dale. El martes después de las 12 porque tengo una audiencia a la mañana que viene complicada. Boludooo… ¿Hace cuánto que estamos laburando juntos? Y bué,  siempre salió todo bien…lo que pasa que sos una máquina de hacer cagadas. De diez. Listo. Llamame, Dany, eh. Ta. Chau.

Uf, ¡qué denso este queruza! Es un rompehuevos tremendo. Decí que en el fondo es un buen tipo. Un delincuente, pero un buen tipo. No es traidor y un poco podés confiar, jajaja. Dame fuego. La concha de Jesucristo, mirá lo que es este cenicero, hermano. Aaahhh, me está jodiendo el pecho otra vez. Me agito, me dan puntadas…aguantame un segundo. ¿Mariana? Traeme un café, por favor. Y un vaso de agua. ¿Vos, Ricky? Dos que sean, Marian. Te decía, estoy a mil, y encima me tengo que fumar a estos cabezas de tacho que te exigen... ahora, a la hora de ponerla, se hacen olímpicamente los pelotudos. Te mandan a la jermu con las criaturas todas cascarrientas y los mocos colgando. Después tenés a los otros lauchas que directamente te las mandan para que te las garches, pero la mayoría son unas bidentes –de dos dientes- que no dan ni para un petaco. Bueno, ¿a qué mierda venía todo este tocuén? Contame. Ajá. ¡Pasá, Mariana! Gracias. Ah, acá cagaste, no tengo Chuker. Le pongo azúcar hasta al pastel de papas. ¡La concha de tu madre, qué va a ser un asco! ¡Mmm, está más caliente que negra en baile! Ojo que me quedé sin labio, sin encía... Esta flaca es linda, tiene buen orto, pero no sirve ni para espiar. Sí, te escucho. ¿Es tuyo el camión? ¿Y cuál es el quilombo? ¿Pero cómo que el dueño no sabe nada? ¿Y cuándo vuelve de la costa? No aprendés más. Ya el marote te funciona a tope, Ricky. Con el coche de Ensenada la otra vez tuvimos que hacer cualquiera, nos salió cuatro gambas la movida. Sí, sí, te cago a pedos porque después me rompés las pelotas a cualquier hora por teléfono. Te conozco, mascarita. ¿Y dónde está el mionca? Ajá. Joya. Ahí lo tengo al negro Cháves…ahora le gusta que le digan “capitán”…un fantasma. Esperá. Pasame el tubo que lo dejé en la otra mesa. Gracias. A ver Gastón. Buenas tardes Oficial, le habla el doctor Rodolfo Pereyra Ríos, me gustaría hablar con el capitán Cháves, si es tan amable; dígale que es por un automotor extraviado. Che, siempre le digo eso y sabe cómo viene la manija. A ver… ¡Qué hacés, negro delincuente! ¿Yo? Acá, vivo, mejor del bobo, pero a las corridas como siempre. Los chicos bien, la gorda una santa, ¡aguantarme a mi! Jejeje…Negrito, cuchá, tengo un problemita con un camión…Sí, sí. Che, ¡pero qué hijos de puta! ¿Por qué se lo llevaron? El flaco tenía dos papelitos mugrosos…Qué necesidad, negro…Pará un toque…Lo que pasa que la transa se hizo ahí, pero el dueño se lo dejó a un amigo para que se lo cuide y este nabo no tuvo mejor idea…Sí, es un boludo atómico, pero es gomía. ¿Cómo me podés ayudar? Ajá. Esperá. ¿Tenés algo de frula? No sé, algo para llevarle a este…Sí, negro, un puntín hay. Ok. Mañana a las once ahí. Te mando un abrazo enorme hermano, nos vemos. Che, mandale saludos a la colorada que hace añares que no la veo…Listo, papi.


 ¿Qué te dije Ricky? Prestame atención. Ahora rajá para tu casa, agarrá algo más de falopa porque este es de paladar exigente y si no es muy buena le tenés que dejar algo más. Si vos decís que camina, camina. Igual, haceme caso. Después, caemos en la taquería, entrás conmigo y te quedás sentadito sin chistar. Yo paso y en quince salgo. Relajate, Ricky. Pegate un baño y cambiate para mañana porque tenés un tufo que voltea. Tipo diez y media nos encontramos en lo de Carletto, de ahí nos vamos directo. Lo que sí, conseguime algo de guita. Toda esta movida, ir y venir… ¿Ustedes creen que es todo joda? No, Ricky…no, no me caliento, pero a esta altura del partido…Está. Dale, nos vemos. Sí, cerrá la puerta nomás. Chau, querido.

 Mariana, ¿entró algún llamado? ¿Qué mierda quiere mi mujer? No, ¿sabés qué? Llamala y decile que estoy con unos queruzas, que tengo para un rato más. Mínimo, hora y media, dos. Que le deje los pibes a la madre si quiere ir a yoga. Llamala y no me pases más que tengo la cabeza hecho un tambor. De paso traeme una aspirina y la Mylanta. Me prendo fuego por dentro, carajo…Blerp…Ufff… ¿Y ahora de qué me disfrazo? Hola, mi reina…siempre me hago un tiempo para vos. ¡Me extraña!…Ya estoy para salir…Mirá que tengo una horita nada más…Ñammm, que te como toda esa colita…No empecés con la cantinela de siempre…Sí, te llevo una sorpresita: mide 23 centímetros, es cabezona, de carne y está llena de venas, jajajajajaja…..Dale, chanchita…Un besito…Salgo para allá….
Estoy muer-to. No doy más. Mariana, no te olvidés de apagar la luz del baño que ayer quedó prendida y después me sale fortuna el chiste. Que descanses. Gracias, igualmente. Hasta mañana.

sábado, septiembre 22, 2012

Aire caliente






Nubes que bajan,
me envuelven, me envuelven.
manos que agarran
y no se desprenden.
nubes que bajan
me envuelven, me envuelven.
labios que encierran
el aire caliente
y en la corniza las piernas se tambalean.
en la tierra fundamental
donde piso yo,
y en la tierra fundamental
me revuelco yo.
y en la corniza las piernas se tambalean.


viernes, septiembre 21, 2012

Facundo

Siempre me resulta interesante escuchar a Facundo Moyano, independientemente si concuerdo o no con él. Es una de las figuras más prometedoras del peronismo, qué duda cabe. Con apenas 27 años de edad, su carrera parece ir acompañada con “Time is on my side” de los Stones de fondo. Y más allá de la cuestión coyuntural, donde aparece cada vez más distanciado del Gobierno (y por propiedad transitiva, logra una mayor exposición en los medios opositores), su figura emerge con singular fuerza en el escenario político. 

Días atrás, en una entrevista que le dio a FM Brisas de Mar del Plata*, Facundo mostró un poco más las uñas. Más de lo habitual. Fue una charla relajada, donde los periodistas hicieron todo lo posible para no incomodarlo, en una atmósfera relajada que propició definiciones y conceptos sumamente interesantes. Con menos ropaje cookista que en otras ocasiones, se mostró…pragmático. Qué palabrita, eh. Para los que cargamos treintaypico en el lomo es un concepto complicado porque nos remite al presunto eficientismo neoliberal y antiestatal. Así nos lo vendieron y sabemos cuál fue el resultado del partido. Y acá me detengo. Citó una frase de Sergio Massa (con quien estrechó lazos desde hace unos meses) que, más o menos de memoria, fue: “a las personas no les importan nuestros problemas, pero a nosotros nos tienen que importar y mucho los problemas de las personas”. Quién lo diría, de la retórica de la Resistencia Peronista y la CGT de los Argentinos a un peronismo menos “ideologizado” -si se me permite el atrevimiento-, más enfocado en la gestión, como suele decirse por ahí.

No hay nada de ingenuo en ese aparente giro. Facundo decididamente comenzó su propio armado político, por encima de la dura frontera que tensiona lo sindical con lo electoral (que lo diga su padre). En la práctica, hoy, está con pie afuera del bloque del FpV, desembarcó en un club de fútbol de Mar del Plata como base de su construcción en el distrito, mientras está dispuesto a jugar fuerte en la interna peronista de cara al 2013. En ese contexto, desde su nuevo rol como dirigente futbolero, pegó primero y con buenos resultados de cara a la sociedad: le marcó la canchaa los violentos y se reunió con el presidente de la institución mástrascendente de la ciudad. Mucho en poco tiempo. Todo recobra mayor sentido.

Interesante. Parecería aflorar una contradicción, sobre todo visto desde una óptica progre, tan difundida en estos tiempos. Pero no debería. ¿La política acaso no es pragmatismo? ¿El rol del dirigente no es, entre otras cosas, el de captar la (voluble) sensación térmica que prevalece en la sociedad y actuar en consecuencia? Y más allá: nada más pragmático que un peronista.

Puede gustarte o no. Eso entra ya en el campo de las preferencias. Lo que nadie puede poner en duda es que Facundo es un cuadro político que tiene muy en claro hacia dónde ir, cómo construir. Podrá equivocarse, derrapar. Pero tiene al tiempo de su lado, como dicen los Stones.

* El audio apenas representa a la mitad de la nota.


miércoles, septiembre 12, 2012

Oasis


A veces me pregunto cómo hago para preservar espacios o momentos de intimidad pura, de libertad total conmigo mismo; la tarea de buscar, agudizando el ingenio, esos pequeños oasis cuantitavamente escasísimos pero sanadores. Tanto malgastar el tiempo dio sus frutos, medio de carambola, tomé conciencia de un acto tan sencillo como revelador, al menos para mí. Y quien en realidad me ayudó a comprender lo que hacía, fue un vecino al golpear con sus nudillos la ventanilla de mi auto. Me sobresalté y lo primero que hice fue sacarme las gafas de sol. Bajé el vidrio y lo miré algo desconcertado.

-¿Estás bien? ¿Te pasa algo? Me dijo.

-No, no, todo bien, le respondí.

-Te pregunto porque estoy dando vueltas con el perro hace como una hora y te vi adentro del auto. Bueno, che, sigo nomás.

-Nos vemos, querido.





Ahí está. Clink. Lamparita encendida. ¿Qué carajo hacía encerrado en el coche durante más de dos horas, como finalmente chequeé? Justamente, preservando un espacio. Disfrutando ese instante, porque más allá de los 120 minutos en sí, lo viví como algo efímero pero placentero en extremo, a punto tal que había perdido la noción del tiempo.

Ya conciente, empecé a perfeccionar los movimientos. El procedimiento es más o menos así:
a) Aprovechar una salida en el auto (léase desde el pago de alguna boleta, padecer la insufrible amanzadera del supermercado, etcétera).
b) Cargar la guantera de discos.
c) Llevar los puchos.

Suficiente. Ahora tengo la guantera atestada de cd´s con mucho rock platense. Pongo un disco, levanto el volumen (entre 25 y 30, depende la pulenta),  prendo un cigarrillo y miro hacia la nada, dejándome llevar. A veces escucho uno de corrido, otras voy salteando en búsqueda de "la" canción, en fin. Diversas maneras de encarar ese tiempo tan valioso. Hasta que en un momento, vuelvo. Bajo las ventanillas para que corra el humo, levanto las porquerías que necesito y rajo. Entero. Completo. Chocho como un soberano pelotudo. 

lunes, septiembre 10, 2012

Sentate



  1. SevDiGiovanni
    Corría el año 1986. Falté a la escuela y acompañé a mi vieja al laburo: la 4 de Alejandro Korn y la 45, barrio Cerrito Sur, bien prole.
  2. SevDiGiovanni
    Teníamos que tomar dos bondis. No recuerdo cuál, pero era uno de La Marplatense el que nos dejaba x la 39, a tres cuadras de la escuela.
  3. SevDiGiovanni
    Era enorme, de una manzana entera. Excelentes instalaciones, patio con varias canchas y muchos árboles de mora.
  4. SevDiGiovanni
    A la tarde nos daban un yogur saborizado La Armonía y un pan enorme (que hacían los colimbas del GADA) relleno de queso Mar del Plata
  5. SevDiGiovanni
    A la tarde nos daban un yogur saborizado La Armonía y un pan enorme (que hacían los colimbas del GADA) relleno de queso Mar del Plata
  6. SevDiGiovanni
    Digo “nos daban” porque yo también iba a una escuela municipal por más que ese día pegué faltazo: la 12, de V. López y Bdo. De Irigoyen.
  7. SevDiGiovanni
    Retomo. Ese día llegamos un toque antes del mediodía. Mi vieja me metió a la sala de maestras, donde se pintaban y arreglaban meta fumar.
  8. SevDiGiovanni
    Después de tan tediosa ceremonia, hora de la bandera, fila y blabla. Pasamos a las aulas. Mamá tenía 5to grado.
  9. SevDiGiovanni
    Pasé el tiempo re embolado, a un rincón. Iba a 2do y lo que se hablaba me parecía moldavo. Timbre, recreo. Salimos.
  10. SevDiGiovanni
    En un rincón del patio, las maestras armaron como una colmena mientras cuchicheaban inquietas. Una llevaba la voz cantante.
  11. SevDiGiovanni
    Sin entender demasiado, vi que una de ellas negaba con la cabeza al tiempo que se mordía el labio. Otra se tapaba los ojos con la mano.
  12. SevDiGiovanni
    Era chico y menos bobo que ahora. No había que ser demasiado perspicaz para darse cuenta que algo no muy bueno estaba sucediendo.
  13. SevDiGiovanni
    Fin de la jornada. Las maestras se juntaron en la sala y mi vieja me pidió que me quede en el patio. Me puse a jugar a la payana.
  14. SevDiGiovanni
    La vieja estaba seria, no me daba bola. Caminamos hasta la 39 a tomar el cole casi en silencio. Me respondía con monosílabos y hasta ahí.
  15. SevDiGiovanni
    Una vez sentados en el asiento de la lomita que provoca la rueda trasera, me miró seria y me dijo que algo grave había pasado en la escuela.
  16. SevDiGiovanni
    La maestra de 2do, una vez que saludó, pidió que se sienten. Pero uno de los pibes seguía paradito al lado del pupitre, firme.
  17. SevDiGiovanni
    Le dijo a la señorita que no se podía sentar. Ante la pregunta de porqué no, el chico se limitó a responder que le dolía la cola.
  18. SevDiGiovanni
    La maestra -y desde luego mi vieja no me lo contó- temía encontrarse con un cuadro desagradable. No se equivocaba.
  19. SevDiGiovanni
    El nene rompió en llanto, pero hacía lo imposible para no demostrarlo. Las lágrimas le regaban ambas mejillas. La maestra lo llevó al baño.
  20. SevDiGiovanni
    Le pedía por favor que no le haga bajar el pantalón. La seño insistió. Él obedeció, pero largó un alarido que casi rajó el cielorraso.
  21. SevDiGiovanni
    La maestra estuvo a punto de desmayarse cuando vio la cuchara de poste incrustada en el cachete del culo del nene.
  22. SevDiGiovanni
    Algo calmado tras un abrazo y algode agua, el pibe le contó que su papá llegó del agua tras varios días con “olor a vino” y los fajó a todos
  23. SevDiGiovanni
    A sus 4 hermanos, a su mamá y a él, que era el único que le decía “pará, papá”. Agarraba un trapo de piso mojado y les marcaba el cuero.
  24. SevDiGiovanni
    Pero con éste se ensañó. Lo agarró de las mechas y lo sacó al patio, previa pateadura de las jodidas, con golpes en los riñones y las bolas
  25. SevDiGiovanni
    Le bajó los lienzos y lo recostó sobre un cacho de eucalipto boca abajo. Quedó inmovilizado por completo.
  26. SevDiGiovanni
    El viejo, no sabe cómo, empezó a calentar la cuchara con un encendedor. Esos encendedores “que tienen mecha”, le decía a la maestra.
  27. SevDiGiovanni
    En un momento, sin poder ver, se dio cuenta que algo hiper caliente le asaba la carne del culo. La cuchara se quedaría incrustada.
  28. SevDiGiovanni
    Al pibe lo cambiaron de escuela. Años después, mi vieja me contó que el viejo terminó muriéndose desangrado una de esas noches de mamúa.
  29. SevDiGiovanni
    El pibe de la cuchara lo espero despierto y lo traspasó con un cuchillo de fileteo. Se habían mudado a Las Heras. Tenía 12 años. Se escapó.
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