viernes, septiembre 21, 2012

Facundo

Siempre me resulta interesante escuchar a Facundo Moyano, independientemente si concuerdo o no con él. Es una de las figuras más prometedoras del peronismo, qué duda cabe. Con apenas 27 años de edad, su carrera parece ir acompañada con “Time is on my side” de los Stones de fondo. Y más allá de la cuestión coyuntural, donde aparece cada vez más distanciado del Gobierno (y por propiedad transitiva, logra una mayor exposición en los medios opositores), su figura emerge con singular fuerza en el escenario político. 

Días atrás, en una entrevista que le dio a FM Brisas de Mar del Plata*, Facundo mostró un poco más las uñas. Más de lo habitual. Fue una charla relajada, donde los periodistas hicieron todo lo posible para no incomodarlo, en una atmósfera relajada que propició definiciones y conceptos sumamente interesantes. Con menos ropaje cookista que en otras ocasiones, se mostró…pragmático. Qué palabrita, eh. Para los que cargamos treintaypico en el lomo es un concepto complicado porque nos remite al presunto eficientismo neoliberal y antiestatal. Así nos lo vendieron y sabemos cuál fue el resultado del partido. Y acá me detengo. Citó una frase de Sergio Massa (con quien estrechó lazos desde hace unos meses) que, más o menos de memoria, fue: “a las personas no les importan nuestros problemas, pero a nosotros nos tienen que importar y mucho los problemas de las personas”. Quién lo diría, de la retórica de la Resistencia Peronista y la CGT de los Argentinos a un peronismo menos “ideologizado” -si se me permite el atrevimiento-, más enfocado en la gestión, como suele decirse por ahí.

No hay nada de ingenuo en ese aparente giro. Facundo decididamente comenzó su propio armado político, por encima de la dura frontera que tensiona lo sindical con lo electoral (que lo diga su padre). En la práctica, hoy, está con pie afuera del bloque del FpV, desembarcó en un club de fútbol de Mar del Plata como base de su construcción en el distrito, mientras está dispuesto a jugar fuerte en la interna peronista de cara al 2013. En ese contexto, desde su nuevo rol como dirigente futbolero, pegó primero y con buenos resultados de cara a la sociedad: le marcó la canchaa los violentos y se reunió con el presidente de la institución mástrascendente de la ciudad. Mucho en poco tiempo. Todo recobra mayor sentido.

Interesante. Parecería aflorar una contradicción, sobre todo visto desde una óptica progre, tan difundida en estos tiempos. Pero no debería. ¿La política acaso no es pragmatismo? ¿El rol del dirigente no es, entre otras cosas, el de captar la (voluble) sensación térmica que prevalece en la sociedad y actuar en consecuencia? Y más allá: nada más pragmático que un peronista.

Puede gustarte o no. Eso entra ya en el campo de las preferencias. Lo que nadie puede poner en duda es que Facundo es un cuadro político que tiene muy en claro hacia dónde ir, cómo construir. Podrá equivocarse, derrapar. Pero tiene al tiempo de su lado, como dicen los Stones.

* El audio apenas representa a la mitad de la nota.


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