miércoles, septiembre 13, 2006

TE ESCUPO PORQUE ME LA BANCO


Escupimos líneas, párrafos y textos. Lo hacemos lento o rápido.
Se escupe porque hay prisa, hay ganas de escupir.
Se escupe porque es la única manera en que nos salen las cosas que llevamos dentro.
Se escupe porque hay odio hacia el contrincante, al que le queremos juntar las cejas con nuestro certero gargajo. También se escupe por amor.
Se escupe porque queremos provocar, desafiar, prepotear al otro a que vaya afuera, a la calle, donde lo cagamos a trompadas.
Se escupe para que el otro no tenga tiempo de reaccionar, para nublarle la vista, desorientarlo, desguarnecerlo.
Se escupe porque hay opresión en el tórax. Hacerlo implica alivio. Sacarse un peso de encima.
Se escupe porque en la previa el pecho nos avisa con estertores que llegó la hora.
Se escupe en cualquier momento, por sorpresa.
Se escupe para ser inoportuno, desubicado.
Se escupe porque tropezamos, derivamos, nos caemos, atropellamos.
Se escupe porque hay tensión permanente. Fricción.
Se escupe porque queremos formar parte del asunto, por cabezaduras, caprichosos, atolondrados y torpes.
Se escupe nicotina, saliva, mocos, pulmones tísicos, bacilos, alvéolos y sangre.
Se escupe sin pensar, a tientas.
Se escupe con las vísceras, con las pelotas o los ovarios.
Se escupe agrediendo. El garzo funciona como extensión de nuestras extremidades.
Se escupe porque no importan los convencionalismos, la formalidad.
Se escupe porque nos hacemos cargo de lo que viene.
Se escupe porque nos gusta.
Se escupe porque sí.
Se escupe aunque duela, nos lastime y haga sangrar.
Escupimos porque estamos seguros, porque confiamos en nuestra suerte.
Y porque nos sobra el coraje.

2 comentarios:

Lupa dijo...

Bien querido, me gustó esa agresividad, a la que yo agregaría "se escupe por el pito, dentro o fuera de la rejilla".
Abrazo virtual. Tu ex-compa de tesis.

Unknown dijo...

No, no soy Pato...soy un amigo, bajito, místico y escupidor...