jueves, septiembre 28, 2006

BELLEZA

Vaya uno a saber qué es la belleza. Podría enumerar y clasificar –por ende, encorsetar- arbitrariamente algunas características sobre lo que considero bello. No lo voy a hacer. Nada más me remitiré a dos mujeres bellísimas. No diré una palabra para rellenar. Una es actriz. La otra, como diría Ney Matogrosso, “artista”. La primera me maravilló en esa película hermosa, desoladora, triste y alegre a la vez, llamada “Lost in traslation”.La segunda me conmueve desde sus delicadas melodías, la letanía de su voz, su postura estética y varias cosas más. Eso es belleza. Scarlett Johannson y Rosario Bléfari-de ellas se trata-, son belleza.

martes, septiembre 26, 2006

CUÁL ES TU ROCK???




¿Cual es tu rock?
Los Látigos.





Quiero saber
cual es tu rock?
salir en tv, vestirte muy mal y peinarte peor
quiero saber
cual es tu rock?

porque te enojas
cuando cantas canciones de amor
nos obligan a verte
nos obligan a oír tu voz
en la maratón de la única estación
de rock ( a veces dice "en la rock & pop" )
y ese es tu rock?

Eso no es rock
mis libros son rock!
mis discos son rock!
y mi banda es de rock!
quiero saber cual es tu rock?
ser dueño de un jet
una mansión y un auto veloz
nos obligan a verte
nos obligan a oír tu voz
en la maratón de la única estación
de rock

jueves, septiembre 21, 2006

YO SOY CARLOS KREIMER...


Uno puede acordar o no con el constructivismo estructuralista del amigo Pierre, pero admitamos que su aporte es valioso...
No tengo nada contra el rugby como deporte, pero ha dado la puta casualidad que la mayoría de la gente que he conocido y lo practica, es simplemente deleznable, pelotuda, careta, elitista, fascista, y varios etcéteras más...

“El rugby, que acumula las características populares del juego de balón (o de pelota) y del combate al poner en juego el cuerpo mismo y al autorizar una expresión de la violencia física y un uso inmediato de las cualidades físicas “naturales” (fuerza, rapidez), se encuentra afinidad con las disposiciones más típicamente populares, culto de la virilidad y gusto por la pelea, dureza en el “contacto” y resistencia a la fatiga y al dolor, sentido de la solidaridad (“los compañeros”) y de la fiesta (“tercer tiempo”), etc. Lo que no impide que pueda ser objeto, sobre todo por parte de los miembros de (…) las clases dominantes (…) de una inversión estético-ética que a veces lleva incluso a la práctica: la búsqueda del endurecimiento, el culto de las virtudes viriles, mezclado algunas veces con un esteticismo de la violencia y del combate cuerpo a cuerpo, conducen a hacer aflorar (…) la docilidad de la fuerza bruta y sumisa (los “buenos chicos”), la fuerza popular en su forma aceptada (abnegación, “entrega al colectivo”), etc.”.
BOURDIEU, PIERRE; "La distinción. Criterios y bases sociales del gusto"; Taurus, Madrid, 1988, página 210.

miércoles, septiembre 13, 2006

TE ESCUPO PORQUE ME LA BANCO


Escupimos líneas, párrafos y textos. Lo hacemos lento o rápido.
Se escupe porque hay prisa, hay ganas de escupir.
Se escupe porque es la única manera en que nos salen las cosas que llevamos dentro.
Se escupe porque hay odio hacia el contrincante, al que le queremos juntar las cejas con nuestro certero gargajo. También se escupe por amor.
Se escupe porque queremos provocar, desafiar, prepotear al otro a que vaya afuera, a la calle, donde lo cagamos a trompadas.
Se escupe para que el otro no tenga tiempo de reaccionar, para nublarle la vista, desorientarlo, desguarnecerlo.
Se escupe porque hay opresión en el tórax. Hacerlo implica alivio. Sacarse un peso de encima.
Se escupe porque en la previa el pecho nos avisa con estertores que llegó la hora.
Se escupe en cualquier momento, por sorpresa.
Se escupe para ser inoportuno, desubicado.
Se escupe porque tropezamos, derivamos, nos caemos, atropellamos.
Se escupe porque hay tensión permanente. Fricción.
Se escupe porque queremos formar parte del asunto, por cabezaduras, caprichosos, atolondrados y torpes.
Se escupe nicotina, saliva, mocos, pulmones tísicos, bacilos, alvéolos y sangre.
Se escupe sin pensar, a tientas.
Se escupe con las vísceras, con las pelotas o los ovarios.
Se escupe agrediendo. El garzo funciona como extensión de nuestras extremidades.
Se escupe porque no importan los convencionalismos, la formalidad.
Se escupe porque nos hacemos cargo de lo que viene.
Se escupe porque nos gusta.
Se escupe porque sí.
Se escupe aunque duela, nos lastime y haga sangrar.
Escupimos porque estamos seguros, porque confiamos en nuestra suerte.
Y porque nos sobra el coraje.

martes, septiembre 12, 2006

lunes, septiembre 11, 2006

Legalización de las drogas: Entre la hipocresía, el snobismo y la imbecilidad (políticamente correcta)







I

Alguna vez presencié una escena que hasta el día de hoy me provoca una sonrisa. Reunión etílica, charlas estériles, ceniceros rebosantes. De repente, uno de los “comensales” arma un porro, lo enciende, y generosamente, empieza el convite. No importa si se/nos prendieron/imos. Sólo recuerdo a un individuo rechazando de plano tan dadivosa ofrenda, con el endoso: “No, gracias, drogas políticamente correctas, no, no…”.

II

Para sectores de la clase media urbana, progre y universitaria, ¿hay algo que sea menos políticamente correcto que hablar sobre la legalización de la marihuana? Probablemente si no se trata de un grupete de santurrones, uno corre el riesgo de quedar como un fascista o simplemente como un pelotudo, a secas, si se anima a levantar voces en contra.

III

Existe una enorme cuota de caretaje, de querer quedar bien, de temer mear afuera del tarro. Tomo el caso de la marihuana porque es paradigmático. Pero generalmente se habla de legalizar las drogas con una liviandad que asusta. Una linealidad analítica que recorta, que parcializa, que es clasista, que individualiza hasta atomizar.

IV

Otra cosa es la despenalización. Es un disparate que cualquier persona se vea sometida a una causa, a una detención, a un proceso o lo que fuere, por el simple hecho de poseer sustancias para satisfacción personal. Sencillamente constituye un avasallamiento a las libertades individuales, y punto. Tema finalizado.

V

Las campañas pro falopa confunden todo. Se enarbola la bandera de la libertad. De disponer libremente de un cuerpo, de un cerebro destinado a la limadura. Hasta ahí vamos bárbaro. Al Don Pirulero, cada cual atiende su juego. Ahora, se presentan estadísticas o trabajos médicos-científicos, por lo menos dudosos. Se plantean teorías de la conspiración de la CIA, el Departamento de Estado, o de logias masónicas, como son los tristes argumentos de ese personaje ya nada pintoresco llamado Fidel Nadal.


VI

Argentina no es ni Suiza, Noruega, Holanda, Dinamarca ni Suecia. Tiene algunas diferencias, en lo que a radiografía socioeconómica y cultural se refiere. Más de un tercio de la población sumido en la pobreza, el hambre, el empleo precario. La brecha entre ricos y pobres cada vez más amplia. La inflación que pulveriza el poder de compra de los sectores de menores ingresos. Estratos sociales completos desintegrados del corpus societario, compartimentados, arrojados a un infierno cotidiano incomparable.

VII

Si de elegir se trata en materia drogas, que es lo que nos convoca (no hablemos de otras “decisiones”), ¿quién está en condiciones de hacerlo? ¿Los millones de pibes hambreados, expulsados a patadas en el culo de la sociedad, víctimas de la mafias de poca monta y no tanto, de los policías, de los punteros, de narcuchos, de pezzzuttis y de fiolos? ¿Los guachos mano de obra barata de la delincuencia urbana, merodeadores de institutos y calabozos, con cerebros hecho gelatina, subaltimentados, expuestos permanentemente a la muerte?

VIII

Muchos son los pibes que se están matando día a día con el paco, en cuestión de meses, de días, de horas. Muchos son los que cada día te afanan y te liquidan por 20 pesos para un papel. Muchos son los que están condenados en vida, o a la muerte en vida. Ellos no pueden elegir si comen o no carne roja, con o sin sal, con o sin colesterol, con o sin azúcar, con o sin aditivos. Ni siquiera si pueden elegir si comen o no.

IX

¿Libertad para quiénes? ¿Hay una libertad para algunos más privilegiados? ¿Existe alguna proclama en nombre de la libertad (supuestamente progresista o de izquierda) más mezquina, burguesa y egoísta que la legalización de las drogas? ¿No es por lo menos una falta de respeto que haya grupúsculos apologistas que ante este panorama, encima aboguen por las libertades de los otros, como si se tratase de un partidito de fútbol?

XX

Se trata nada más ni nada menos que de la vida o la muerte de personas indefensas. En definitiva, disfrazado de un progresismo políticamente correcto con halos de trasgresión (¡¡¡Qué palabra de mierda!!!), se incurre en consignas reaccionarias con una visión distorsionada de la realidad, por imbecilidad, por egoísmo clasista, o simplemente por desinterés en el Otro (sí, con mayúscula, bien antropológico).

XI

No hay nada peor que alguien hable en nombre de la libertad de los Otros (los negros, los desclasados, los supranumerarios, los nuevos lúmpenes), y menos que lo hagan supuestos progresistas, incrustados en sus cómodos sillones, bajo techo, sentaditos al lado de la estufa, con la panza llena.

jueves, septiembre 07, 2006

CONTRA EL ROCK CHABÓN

Columna del amigo Esteban Rodríguez (ver PD) que citamos, por supuesto, sin su consentimiento.


Entre la elegancia del pop y el rock chabón.




“esa impostura barata es sólo pose e imitación / sáquense caretas / cállense profetas /
oigan un cometa gritar: arrogante rock”
Babasónicos, en “Luces”.


“atrévete/ atrévete a lo poco claro / atrévete a querer lo raro / atrévete / atrévete a surcar el caos / (…)
La música no tiene moral / la música no tiene mensaje para dar.”
Babasónicos en “fan de scorpions”.



Por más que cada banda de rock viva la música, su música, como un punto de partida a partir del cual está todo por inventarse, lo cierto es que demasiada agua corrió por debajo del puente. El rock difícilmente se encuentre en el grado cero de la historia.

Simplificando, y sin animo de trazar una síntesis genealógica del rock nacional o mejor dicho del “rock argentino”, como le gusta aclarar a Charly García, puede decirse que hay dos grandes tradiciones en el rock local. Una, que se inaugura con Manal y Moris y la otra con los Gatos y Lito Nebia. Si la primera se prolonga con Pappo hasta dar con Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, la segunda, a su vez, se bifurca sobre las figuras de García y Luís Alberto Spinetta. Al menos esa es la tesis que sostiene Fito Paez en una entrevista para la revista Inrockuptibles. Según Fito, si se escucha bien, estas dos últimas trayectorias se hacen cargo a su vez de las dos tradiciones que hay en el tango. Si detrás de García se puede escuchar todavía a Salgán o Discépolo, detrás del Flaco está la poética de Homero Expósito.[1]

Pero allí no se detienen los linajes, cada uno de estos surcos marca nuestros días, pero después de tanto cruzar o patinar en el lugar, algunos de ellos comienzan a desdibujarse hasta desapercibir la trayectoria que lo trajo hasta aquí, y cuando eso sucede la soberbia se transformará en capricho y el desafío en competencia.

Estoy pensando en esas dos corrientes que tienen sus caras más visibles, respectivamente, por una lado, en bandas como Bersuit Vergarabat o Los Piojos, Don Lunfardo o Jóvenes pordioseros, Callejeros; Jóvenes pordioseros o La 25, y por el otro en grupos como Babasónicos, La Portuaria, Juana la Loca. Si la primera da cuenta de la tradición más bullanguera, que alguna vez cultivaron, por ejemplo, bandas como Sumo, Divididos o Don Cornelio; las otras, dan cuenta de la tradición elegante del pop, que tiene a Virus como uno de sus referentes más importantes, pero también a Daniel Melero o Gustavo Cerati. No estoy diciendo que Bersuit sea el Sumo de los 90 (¡ojalá!), pero sí quiero sugerir que Babasónicos, aunque también Adicta, Entre Ríos, Miranda, Capri o los Nerd Kids, vuelven sobre la elegancia, la sensualidad y el juego que los hermanos Moura o Miguel Abuelo le reclamaron alguna vez al rock, y en muchos casos lo hacen sin perder la crudeza que caracteriza también al rock, como es el caso de Francisco Bochatón.

Dos corrientes decimos, reconocidas generalmente por sus detractores como el “rock chabón” y el “pop frívolo”.

La sensualidad del pop hoy en día contrasta y de alguna manera es la respuesta al endurecimiento del carácter modelado durante la década anterior. Si había que hacer frente al menemismo, con todo lo que eso significaba, el rock era percibido o experimentado como una de las expresiones más intimas, que mejor se amoldaba, no solo para manifestar y canalizar el descontento sino sobre todo para traducir el derrotero de una generación “desangelada”, una generación que no daba pie con bola, que no podía hacerse demasiadas expectativas de nada. Pero después de tanto “rodar”, había que comenzar a aflojarse un poco, a relajarse, volverse más liviano, acaso para contagiarse de otra energía. Porque el rock no sólo es necesidad, la expresión del dolor, sino también la manifestación del deseo, un juego de seducción.

Que conste, dicho sea de paso, que no estamos postulando ninguna linealidad entre estas corrientes. Las dos convivieron durante la década del 90, pero si el pop tiene más espacio hoy en día se debe no tanto a que hayan reculado las otras (¡al contrario, hoy el rock chabón vende más que nunca!) cuanto a la necesidad de la juventud, o al menos un sector de ella, de impregnarse de otras sensibilidades.

Pero no se trata de un tema nuevo, los que primeros advirtieron esto fueron los mismos sectores populares que encontraron en la cumbia, o mejor dicho en la alternancia entre la cumbia y los Redondos o la cumbia y La Renga, la posibilidad de expresar los humores diferentes y contradictorios, aunque no por eso excluyentes, para sobrevivir a un cotidiano que se vuelve implacable e impredecible.

Sin embargo, la fiesta del rock elegante va a contrapelo de las concentraciones del rock chabón. Si una es femenina o ambigua, la otra, machista y futbolera. Si una tiende a subrayar la diferencia, la otra buscará resaltar las identidades, sea a través de la arenga, la misma ovación, la misma transpiración de la remera que terminarán revoleando, el mismo estandarte. Si una es histérica, la otra será demagógica, canta lo que todos quieren oír. Si una es exquisita, la otra destila obviedad. Si una es pagana, la otra normal, se vuelve previsible. Es que el rock chabón es un conjunto de lugares comunes, frases hechas en gran parte salidas del periodismo progre de la argentina de los ‘90 que encuentra entre los músicos y el público “chabón”, universitario o barrial, sus mejores y más fieles seguidores.

El rock chabón encontró en el periodismo el formato para escribir canciones. Compone temas como los periodistas escriben las noticias. Algo que se puede corroborar fácilmente en la alianza Cordera-Lanata. Por su puesto que el rock chabón no será siempre el mismo chabonismo. Si algunos son cultores de la ironía, otros tenderán a la indignación constante. Pero en cualquiera de los dos casos, uno a través de la festejada risa piola, y otra a través de la cómplice queja ingenua, hacen rock desde el periodismo, comentando la realidad desde la superficialidad, desde la tapa de los diarios.

En ese sentido, el rock chabón supone, por un lado, una gran subestimación del público que lo sigue y por el otro, echa por la borda todo lo que habían construido pacientemente grupos como los Redonditos de Ricota o más frenéticamente Sumo, pero también se desentiende de la otra tradición del rock argentino: la que se inauguraba con Spinetta y se prolongaba con Cerati, y la que se abría con García y se expandía con Páez o Andrés Calamaro.

En efecto, la literalidad del cancionero chabón, la promesa de transparencia con la que experimentan el mundo que los rodea, así como la denuncia obvia y el compromiso fácil, que es su obligado corolario, van a contrapelo de estas dos tradiciones que la desandan hasta la desdramatización.

Estoy pensando en aquello que decía el Indio Solari, en una entrevista a Gloria Guerrero acerca de que “la retórica de la seducción tiene que ver con la ambigüedad, no tiene que ver con que vos le bajés línea a la gente. El planteo es el asunto, no la resolución. Los artistas o la gente que se dedica a estas cosas como hacer canciones no están para develar el misterio sino para generarlo. Si yo te pongo un revolver acá arriba, ¿vos estás a favor o en contra? Un cuchillo no es verdadero o falso, el asunto es si uno lo agarra del mango o lo agarra de la hoja. Aquel que genera algo para que haya resonancia está diciendo: esto es la calle, esto nos pasa, no estoy diciendo si esto está bien o está mal. ¿Vos creés que somos ángeles o demonios todo el tiempo?”[2]

Con la estética chabón, el rock se ha televisado, es decir, se vuelve previsible y oportunista, pierde ese costado misterioso que le reclamaba el Indio. No hay que congraciarse con el público de esa manera, un artista no es un político. La literalidad que la hinchada pide encuentra en estas bandas a su líder favorito. Estos proveen las frases que todos queremos oír, que nos digan lo bueno o lo piola que somos nosotros y lo malo que son los otros. Para colmo lo dicen con estribillos, cuestión de escucharlo veinte veces en cada canción.

El escritor Ernst Hemingway, solía utilizar la metáfora del iceberg para explicar su estrategia narrativa: “Trato de escribir –decía- de acuerdo con el principio del iceberg. Sólo una décima parte es lo que vemos del iceberg, el resto está bajo el agua. La historia que no está en el cuento, la que está bajo el agua, se construye con lo no dicho, con lo sobreentendido y la alusión.” En pocas palabras, remata Hemingway, “lo importante nunca se cuenta.”

Me parece que estas palabras explican la fascinación que generó y sigue generando el Indio Solari o Charly García. Canciones que siempre las estamos averiguando, haciéndolas hablar en veinte coyunturas distintas. Pero me parece que estas palabras explican también la imposibilidad de trascender que tienen las bandas del rock chabón más allá de los veinte minutos de fama que les toca con cada nuevo hit que componen. Siempre habrá una banda para relevar a la otra, un tema para desplazar a otro de la tabla del ranking.

El misterio y el argot de los Redondos se reemplazó por la obviedad y el lenguaje televisivo. No hay margen para la duda en el rock chabón. De Panigasi o Marcelo Araujo a Bersuit hay un paso nomás. El rock ha asumido lo peor de la cultura televisiva, no solo esa propensión al sentido común, a la exaltación de los lugares comunes, la denuncia moral, sino también el titeo, el chiste fácil tipo Pergolini o Tinelli.

Por el contrario, el pop elegante vuelve sobre el legado de los Redondos. El mejor ejemplo es la banda Babasónicos, una banda enigmática, que se mete con todos estos temas. Vaya por caso “Miami”, donde apunta a la Argentina menemista, el modelo consumista como proyecto de vida exitoso; “Jessico” donde se meten con la espectacularización de la cultura en general y del rock en particular, el problema de la fama; e “Infame”, que vuelve sobre la fama a partir de su reverso: el destino de la insolencia banal. Y todo eso lo hace apelando también a la ironía, solo que es una ironía sutil, y sin resignar la sensualidad.

En definitiva, si la erótica del pop elegante relaja los cuerpos para poner al placer en el centro de la escena, y cuando lo hace los vuelve enigmáticos; la dureza y la piolada del rock chabón insiste en contracturar los cuerpos, poniéndolos tensos otra vez, dando manija a lo que no podrán contener. Una dureza, por otro lado, que se vuelve catártica, en la medida que funciona como válvula de escape de la bronca contenida, una dureza (¡la argentinidad al palo!) que resuelve muy fácilmente todos los problemas con dos o tres consignas sacadas del periodismo que consumimos diariamente. Una bronca literalizada, simplificada, arengada, que cree que será purgada con cada estribillo fácil, con cada ovación total.
* Columna en “Esto no es Hollywood” el 27/10/2005.
[1] Fito Páez, “Hijo único” entrevista de Nicolás Mígueles y Javier Diz, Revista Inrockuptibles, Nº88, Bs. As., febrero de 2005, p.58/65.
[2] Gloria Guerrero; Indio Solari. El hombre ilustrado, Sudamericana, Bs. As., 2005, p.138. Una vez le preguntaron al Indio Solari cuáles eran las coordenadas del rock y tiró seis puntas, que pueden funcionar como un auténtico manifiesto: “En primer lugar”, dijo, “el principio ordenador del placer, desconfiamos de lo que nos hace daño y creemos en lo que nos gratifica. En segundo lugar: la necesidad de la diversidad, solo lo que no tiene identidad sobrevive. Aquellos que poseen identidad –idénticos, luego iguales- son predecibles, ergo manejables. Coherente con éste, un tercer punto: no es dogmática, muda constantemente. Tiene como premisa evitar las ideologías para superarlas si el modelo adoptado no funciona. En cuarto lugar: es sinónimo de búsqueda y cambio incesante, por eso rescata a los pensadores oscuros o malditos, todos aquellos que escapan a las clasificaciones de las culturas oficiales. En quinto lugar: es universal. Descree en las patrias, ya que no son los estadistas los que manejan el mundo sino las grandes corporaciones, o sea la mafia. En sexto lugar: no es definible: ¿Está claro?” (op. cit. en p. 111/2).
PD: Como no aprendí a linkear, el blog de ER es www.rodriguezesteban.blogspot.com

martes, septiembre 05, 2006

CUÍDESE DE MÍ OLIVERIO, CUÍDESE DE MI...



Exvoto

Las chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas
de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que le liban las nalgas en
un aleteo de mariposa.
Las chicas de Flores, se pasean tomadas de los brazos, para transmitirse sus
estremecimientos, y si alguien las mira en las pupilas, aprietan las piernas, de
miedo de que el sexo se les caiga den la vereda.
Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar del ramaje de hierro
de los balcones, para que sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas,
y de noche, a remolque de sus mamás –empavesadas como fragatas- van a
pasearse por la plaza, para que los hombres les eyaculen palabras al oído, y
sus pezones fosforescentes se enciendan y se apaguen como luciérnagas.

Las chicas de Flores, viven en la angustia de que las nalgas se les pudran,
como manzanas que se ahn dejado pasar, y el deseo de los hombres las
sofoca tanto, que a veces quisieran desembarazarse de él como de un corsé,
ya que no tiene el coraje de cortarse el cuerpo a pedacitos y arrojárselo, a
todos los que les pasan la vereda.
OLIVERIO GIRONDO

VAMOS POR MÁS!!!


El gobierno Nacional, Popular y Revolucionario del Movimiento/Partido Peronista encabezado por el Benemérito Presidente Néstor Carlos Kirchner, saluda la inminente incorporación del Partido Comunista al Proyecto Latinoamericanista, Igualitario, Popular, Antiliberal, Progresista y Procubano.
Recordemos que una escisión del mismo (http://pcce.com.ar), ya conforma este espacio plural.
Avisamos que el sitio web cuenta con algunos problemas técnicos. Igualmente recomendamos su visita
Hasta la victoria siempre!!!
Cinco por uno, no va a quedar ninguno!!!
Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos!!!
Perón, Evita, la Patria Socialista!!!
Tiemblen fachos que se viene el zurdaje!!!

lunes, septiembre 04, 2006

FIAMBRES Y DIANTRES!!!



Se las regalo:

Sólo cadáveres rodarán
por las estepas
estetas
de la creación marginal,
llena de culos sangrantes
aspiraporongas
que te miran la nariz
embadurnada de poliuretano
barniz

CADÁVER EXQUISITO


"Lector, quizás desees que invoque al odio en el comienzo de esta obra. ¿Quién te dice que no has de olfatear, sumergido en innumerables voluptuosidades, tanto como quieras, con tus orgullosas narices, anchas y afiladas, volviéndote de vientre, semejante a un tiburón, en el aire hermoso y negro, como si comprendieras la importancia de ese acto y la importancia no menos de tu legitimo apetito, lenta y majestuosamente, las rojas emanaciones? Te aseguro que los dos deformes agujeros de tu horroroso hocico, oh monstruo, se regocijarán, si te dispones de antemano a respirar tres mil veces seguidas la conciencia maldita de lo Eterno. Tus narices, desmesuradamente dilatadas por la inefable satisfacción, por el éxtasis inmóvil, no pedirán otra cosa al espacio, embalsamado de perfumes e incienso, pues se colmarán de una dicha completa, como los ángeles que habitan en la magnificencia y la paz de los gratos cielos." Conde de Lautreamont, "Los Cantos de Maldoror",1874...Sabían que este tipo,inspirador por ejemplo de los surrealistas, nació y vivió hasta los 13 en Montevideo???
Para mí resultó un dato revelador.



EL ESCUPITAJO (Una cuestión de principios)



“Esto no es un libro, es un libelo. Un escupitajo en la cara del arte, una patada en el culo de Dios”. Henry Miller

BOCETOS, IDEAS, CRUDEZAS, IMPRESIONES


A partir de un hecho que puede ser una pequeña anécdota o simplemente una pelotudez, se puede por lo menos promover el uso de la sesera, trasmitir sensaciones.
Sala de espera de hospital. Metro ochenta por uno y medio. Un viejo miserable y mugriento tosía, mientras el pecho se le trasformaba en un tembladeral ronco. El cartel desteñido de Roemmers miraba inquisidor: “Rayos X”, aunque tan así no era, porque a la X le faltaba la patita inferior derecha, conformando así una “Y”. ¿Paradoja cromosomática? No lo sé. Lo cierto es que tallada con una punta irregular figuraba la palabra “centellas”, seguramente agregada por algún gracioso anónimo. Si alguno de ustedes piensa que relataré “los obstáculos que los pacientes de hospitales públicos deben sortear, en un clásica y decadente sala de espera”, se equivoca.
Estaba parado contra la ventana. Tenía una mochila de ATTAQUE 77 garabateada con Liquid Paper: “Aguante el Che, PR, Boca capo”, entre otros menos legibles. También estaba muy mal dibujada la hoja de marihuana. Campera y jeans de feria truchos, mocasines raleados Boating, metro ochenta, pelo casi rapado, morochón hijo de la tierra. En la mano derecha sostenía una radiografía de tórax. En la otra, un librito que me llamó poderosamente la atención: “Manual de Ingreso al Ejército Argentino”. Decía algo de suboficiales, Campo de Mayo, Sargento Cabral, y una foto tomada del cielo sobre el regimiento. Al rato entró una piba con el mismo instructivo (¿?). Se saludaron. En líneas generales, se asimilaban bastante. Podría ser la hermana, la prima o la vecina. Observé nuevamente la mochila: “Aguante el Che, PR, Boca capo”; y la hoja de faso que se parecía a un sauce. ATTAQUE 77. Me pregunté muchas cosas.
En nada difería su presencia de los pibes con los que uno puedo compartir una birra, o lo que sea en una esquina, o en las adyacencias a un recital x. Y se iba a meter de milico. Igual que la piba. Y encima tenía una cara de pingazo bárbaro, de buena persona, gesto tranquilo. Sin embargo se entrega a la milicia, así, sin más, a engrosar las filas de las fuerzas de seguridad de nuestro país, como muchos cabecitas negras del interior como materia prima. Recordé El Bonaerense de Trapero, aquella película enormemente sensible. Me vino a la mente Malvinas, la picadora de carne a la The Wall, los Pichiciegos.
Y surgen preguntas. Todo el tiempo. Muchas. Repasé: Gendarmería, las policías provinciales, Prefectura, Marina…Dentro de los suboficiales, está repleto de cabecitas negras. Como el de Rayos, con pinta de buen tipo, que después se trasforma en una bestia, que por poseer cierta cuota de poder descarga todo su resentimiento de clase, que delinque, que abusa, que aporrea, que salva a un gatito, que ayuda a parir , que hasta ofrece y quita la vida. La primera es “¿Por qué?”. Uno al vivir en el interior lo palpa más de cerca, en la cotidianeidad, alejado de la Academia, tan lejana de tantas esferas. ¿Cómo gente tan amable, cordial y de buena cepa puede convertirse en alguien violento y corrupto a más no poder? ¿Se convierte de verdad o era así, y solamente lo exacerba el uniforme? ¿Constituye status social en una sociedad donde el status es más importante que otras cosas? ¿Tiene que ver con el Dios, Patria y Familia más tradicional? ¿Es la falta de trabajo? ¿Es una muestra más de la necesidad imperiosa de pertenecer a un compartimiento escalafonado, vertical y obediente, clásico de nuestra cultura indo-hispánica? ¿Es una especie de revancha social ingresar a las fuerzas, ya que si así no fuese su vida continuaría siendo anónima, o directamente lumpen? ¿Qué papel juega la ignorancia en todo esto? ¿Por qué los oficiales son blancos? ¿Por qué la mayoría de la clase media subraya la calidad de “negro cabeza” ante la cana? ¿Se sentirán negros? ¿Hay falsa conciencia de clase? ¿Será como dice el limado de Fogwill, que la Bonaerense por ejemplo, en este estado de guerra social, es una especie de “garante del Estado Democrático”?
No creo que la cuestión sea fácil de resolver. Igual de eso no se trata. Sí de pensar, de entender medianamente, de preguntarse asuntos como éstos, de nuestra Argentina que se re-siente.

Desde el ojete del mondo
Jack Duluz
SubCte Bizarro