sábado, julio 16, 2011

SAZZIZZA ALLA CLEMENZA...

Esta es una receta inspirada lejanamente (?) en el gran Clemenza, culata y matón inseparable escudero de Don Vito Corleone en la recordada saga que no viene a cuento mencionar (?). Avanti, morocha bersaglieri!!!

No es un cuadro de naturaleza muerta (?). Son dos morrones, ídem cantidad de cebollas (en este caso moradas, porque me place) y sabiola de ajo, aunque en realidad usaremos 5/6 colmillos, qué chiste pésimo dientes.



Y....Shazaam!!! (?) Aparecieron picadas...Aclaración: el picado, baramí, diría el turco, no debe ser ni pequeñito  porque es de putos (?) ni para jugar a los dados. Gustos, que le dicen.



Buah (modo Magdalena Ruíz Guiñazú on). Ahora, es turno de colocar nuestros 300/400 gramos de picada de res (?) en un recipiente.

Hora de la condimentada. Todo a ojaldre, eh. Un huevo, harina, sal, pimienta, orégano, ají molido. Y un poco de lo picado rato antes: morrones, cipolla, ajo. La idea es hacer una especie de bolitas, que no llamaremos "almóndigas" ya que técnicamente no serían tales (?). Pero si les pinta rotularlas así, allá ustedes. Son dos fotis (?) para ilustrar cómo le vamos agregando cosillas. No tiene ninguna finalidad extra.



Después de embadurnarse bien las manos, sale algo más o menos así: rústico (?), como a mi place.


En otro ángulo, más artie (?).


Mientras dejamos reposar nuestras impresentables cachos de carne rústicas albóndigas, tenemos que salpimentar unos 300/400 mogras de paleta cortados en dados generosos o simples rectángulos. Como os plazca.


Le sumamos unas 4/5 salchichas parrilleras. Todo esto va a ser central en nuestra Sazzizza alla Clemenza.


Bien. Próximo paso: cocinar la carne. En primer término, las albóndigas.


Para ir compensando nuestro trabajo, vamos amenizando el garguero: Quilmes Imperial Cream Stout (está bien, nada del otro mundo).


Volvemos. Las almon van tomando color.

La cara de boludo importante del cocinero, infaltable.


Retiramos las albóndigas y la paleta con las salchis, a chisporrotear grasas y calentando para obstruir arterias (?).

En la olla donde se va a ver la verdat de la milanesa, ponemos a calentar olio d´oliva (diría Don Altobello en la III).

Cocinamos el picado del principio.


Abrimos una Salsatti que viene salsa + tomates, y los cortamos para que tengan un tamaño tragable (?). A su vez, preparamos botellón INCA místico de tomate triturado porque no tengo granja ni guita para comprar bocha de tomates maduros, así que no me rompan los huevos nos copa (?)



Agregamos la tomatada a la olla con verduras cocidas en oliva y le sumamos caldo (yo tenía uno casero que la rompe toda), un culito de tinto y 3 cucharadas de postre de extracto de tomate.




Le chantamos un toque de azúcar...


Las albóndigas...
Las salchichas...

 La carne...


Condimentamos de lo lindo con orégano, ají, sal y pimienta.


Y que hierva hasta que los eunucos bufen.


Párrafo aparte. Comimos de novela, estuvo todo fetén fetén. Peeero, la idea es hacer siempre una sazzizza abundante, concentradita, lista para servir en cualquier momento. Por ende, dejamos todo en la heladera hasta hoy, donde ya con otra consistencia, color, olor y sabor, claro, para enfrascar y freezar hasta nuevo aviso. Una mannnteca, nene. Clemenza, podés descansar en tu tumba tranqui.



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