Días atrás, en una
entrevista que le dio a FM Brisas de Mar del Plata*, Facundo mostró un poco más
las uñas. Más de lo habitual. Fue una charla relajada, donde los periodistas
hicieron todo lo posible para no incomodarlo, en una atmósfera
relajada que propició definiciones y conceptos sumamente interesantes. Con menos ropaje cookista que en otras ocasiones, se
mostró…pragmático. Qué palabrita, eh. Para los que cargamos treintaypico en el lomo
es un concepto complicado porque nos remite al presunto eficientismo neoliberal y antiestatal. Así nos lo vendieron y
sabemos cuál fue el resultado del partido. Y acá me detengo. Citó una frase de
Sergio Massa (con quien estrechó lazos desde hace unos meses) que, más o menos de
memoria, fue: “a las personas no les importan nuestros problemas, pero a
nosotros nos tienen que importar y mucho los problemas de las personas”. Quién lo
diría, de la retórica de la Resistencia Peronista y la CGT de los Argentinos a
un peronismo menos “ideologizado” -si se me permite el atrevimiento-, más enfocado en la gestión, como suele
decirse por ahí.
No hay nada de ingenuo en ese aparente giro. Facundo
decididamente comenzó su propio armado político, por encima de la dura frontera
que tensiona lo sindical con lo electoral (que lo diga su padre). En la práctica,
hoy, está con pie afuera del bloque del FpV, desembarcó en un club de fútbol de Mar del Plata como base de su construcción en el distrito, mientras está dispuesto a jugar fuerte en la
interna peronista de cara al 2013. En ese contexto, desde su nuevo rol como dirigente futbolero,
pegó primero y con buenos resultados de cara a la sociedad: le marcó la canchaa los violentos y se reunió con el presidente de la institución mástrascendente de la ciudad. Mucho en poco tiempo. Todo recobra mayor sentido.
Interesante. Parecería
aflorar una contradicción, sobre todo visto desde una óptica progre, tan difundida en estos tiempos. Pero
no debería. ¿La política acaso no es
pragmatismo? ¿El rol del dirigente no es, entre otras cosas, el de captar la (voluble)
sensación térmica que prevalece en la sociedad y actuar en consecuencia? Y más
allá: nada más pragmático que un
peronista.
Puede gustarte o no. Eso entra ya en el campo de las preferencias. Lo que nadie puede poner en duda es que Facundo es un cuadro político
que tiene muy en claro hacia dónde ir, cómo construir. Podrá equivocarse, derrapar. Pero tiene al tiempo de su
lado, como dicen los Stones.
* El audio apenas representa a la mitad de la nota.
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