lunes, noviembre 06, 2006

COSTUMBRES ARGENTINAS



Descubrimos cerca de 50 paraguayos, que por 150 mangos, estaban listos para votar. De hecho al otro día, sacamos una foto del Club Brown con la gente haciendo cola, subiendo a los micros, comiendo chorizos. "Venimos del otro lado del yío", rezaban algunos.
Pero la noche anterior, la bruma de los rumores cegaba al más pinatado. Llamados anónimos desde el interior, cuchicheos de redacción. El fotógrafo se calzó el bolso al hombro y encaró decidido a la puerta. Calor letal. No corría una pizca de aire.
L ya estaba asignado a cubrir la nota. Pregunté decidido si me dejaban prenderme. No hubo oposición. Los celulares relampagueaban en la oscuridad. S puso la camioneta al mango. El dato era preciso: a 40 km había paraguayos traídos para votar con documentos truchos.
La ruta era una boca de lobo, con camiones madereros que casi rozaban los espejitos de la puerta del conductor. Yo iba atrás, en la cúpula, a los saltos y tragando tierra como bestia.
A la entrada de un parque nos esperaba nuestro contacto. Eran tres autos. Nosotros, últimos. Una polvareda increíble nos obstruía completamente la visión. Al minuto teníamos la cana pisándonos los talones. Muy sospechosamente. Llegamos al final del camino donde había un ranchito de madera, con sus moradores tomando tere y viendo la tele afuera de la casa. "No vimos nada, señor", dijo uno con cara de cagazo.
Llegó la poli al medio del monte. Sabían los nombres de nuestros contactos, pero no los habían visto bien porque la cerrazón lo impedia. Milagro de la pericia con la que gozan nuestras fuerzas de seguridad.
Salimos a la ruta de nuevo. Nos quedamos esperando alguna pista. Vecinos aseguraban que esta pobre gente había parado ahí, sin dudas. Cinco minutos después, la cana pasa otra vez. Y al rato lo mismo. Corrían las sospechas de que había teléfonos pinchados. Más que sospechas.
Algo parecido había pasado a la tarde cuando F vio un camión que explotaba de gente, justo un día antes de las elecciones.
Al final nos fuimos con las manos vacías, pese a la porfia de los baqueanos. Nos enteramos después que tenían una logística perfecta. Sabían cada movimiento. Desplazaban a los paraguayos como si fueran muebles viejos.
Ni así les alcanzó.

7 comentarios:

emebé dijo...

Te aviso que en breve vas a encontrar entre los escritos volátiles una foto que te va a hacer trastabillar. Me acordé por esto del chori, el peronismo y que se yo cuanto más.
Se vemo.

emebé.

Anónimo dijo...

¿Cuál es el problema? Es la famosa integración de la Patria Grande de la que tanto habla el presidente.
Acá, Alak lanzó un programa "PAtria Grande". Según la gacetilla distribuida por la misma municipalidad, consiste en la entrega de "viviendas precarias" (SIC, pídanmelo que se los reenvío) para inmigrantes.

Paraguay
V

Anónimo dijo...

Ya lo dije más de una vez. Un dia nos seremos todos peronistas. Espero que estos blogs vayan a para a la compu de la misma Unidad Básica.

P
V

Ciriaco Pescador dijo...

Hay algo de hermandad en todo esto, aunque se agreda tratándose a sí mismo de esteta. Salud a todos los habitantes de todas las comarcas de "Acracia" (brindo con alcohol, claro está).

Mudras nada budistas para usted, querido ROTTEN.

Fishboy dijo...

voy a revisar el manual de conducción política del general.

Saludos, compañeros

Ciriaco Pescador dijo...

Es el lenguaje gestual de las manos, lenguaje que potencia la meditación jógica. Canalizadores de las energía.

Mudras para tí.

Fede de la Puente dijo...

Huyyyy... espero no haber entendido mal... ¿hablamos irónicamente no? si es así... viva el general y su hijita marta!!

nos vemos en s. vicente

f.